El Sergas dice que la saturación en Urgencias fue puntual

Susana Luaña Louzao
s. luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

30 jul 2014 . Actualizado a las 13:22 h.

Los pacientes que del domingo al lunes pasaron quince horas hacinados en el servicio de Urgencias del Hospital do Salnés fueron trasladados a planta al mediodía del lunes, tal y como explicó ayer el Sergas. Es decir, que la saturación del servicio fue, a entender de las autoridades sanitarias, un problema puntual, por lo que no consideran necesario tomar otras medidas como reabrir la tercera planta, cuyo cierre critican desde hace tiempo sindicatos y trabajadores del centro sanitario.

El problema, según indicó el Sergas, se debió a que hubo un puente de tres días en el que muchos médicos no trabajaron, por lo que el alta de las personas que esperaban en planta para abandonar el centro no se dio hasta el mediodía del lunes, después de que los galenos pasaron consulta y firmaron las altas. Fue en ese momento cuando quedaron habitaciones libres, lo que permitió trasladar a los que esperaban en Urgencias.

Falta de espacio

El Sergas puntualizó ayer que es una situación habitual en todos los hospitales gallegos cuando coincide en fin de semana. Hay pacientes a los que ya se les puede dar el alta, pero ese permiso no se hace oficial hasta que los médicos llegan, pasan revisión, dan el visto bueno a la marcha del paciente y el personal de limpieza deja las habitaciones listas. Es entonces cuando los que esperan una plaza en Urgencias pueden ser derivados a planta.

Pero admitieron también que en O Salnés se da una circunstancia a mayores que agrava el problema, y es la falta de espacio en Urgencias, lo que provoca que la estancia de los pacientes sea más incómoda que en otros centros en los que hay camas suficientes para los enfermos que esperan el traslado a planta.

O sea, que no se niega que haya habido una situación difícil el pasado fin de semana, cuando siete pacientes que tenían que ser ingresados tuvieron que esperar hasta quince horas y una noche complicada en los incómodos boxes compartidos de Urgencias. Pero fue un caso puntual que se solventó al mediodía del lunes, por lo que el centro no se plantea la reapertura de la tercera planta, que permanecerá clausurada todo el verano.

El cierre de la tercera planta implica disponer en los meses de verano de 32 camas menos. Es una situación que se repite todos los veranos y que la administración sanitaria justifica por el descenso de la actividad asistencial y las vacaciones del personal. Con todo, siempre se puntualiza que, en caso de necesidad, la tercera planta se reabre, como ya ocurrió en alguna ocasión.

Los sindicatos y el personal del centro critican la medida y piden que se contrate a personal sustituto durante esos meses para mantener la calidad asistencial, y más en una comarca turística en la que la población se multiplica en los meses de verano.