La incontinencia de Elena

Manuel Blanco

AROUSA

29 jul 2014 . Actualizado a las 06:58 h.

Cuando uno ocupa un cargo público, ha de saber medir sus palabras. Le va en el sueldo. Es su obligación conocer las materias que son su responsabilidad, así como la actualidad relacionada con ellas. De lo contrario, se convierte en un político de bar. En un charlatán. Ayer, Elena Suárez se autorretrató en el pleno. Demostró una incontinencia verbal impropia de alguien que proclama a los cuatro vientos su condición de teniente de alcalde de Vilagarcía.

La mano derecha de Fole, bien es cierto que inducida erróneamente por un concejal del PSOE, acusó a La Voz de Galicia de mentir en relación con una información. Y se equivocó. Porque este periódico no había publicado el dato que tanto la había agraviado. Para gritar alto y claro que un medio de comunicación miente hay que estar muy seguro de lo que se dice. Pero eso a la edila conservadora le importaba ayer bien poco. Parecía más preocupada en practicar el arribismo de prietas las filas que tanto se lleva en estos tiempos. Allá ella. El tiempo pone a cada uno en su sitio.