Un amplio dispositivo busca sin éxito a la vilanovesa desaparecida

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

CEDIDA

Nada se sabe desde hace dos días del paradero de Angelita Borrageiros

09 jul 2014 . Actualizado a las 22:52 h.

A las seis de la tarde del lunes, como todos los días, el hijo de Angelita Borrageiros, una vecina de Tremoedo de 87 años, fue a darle la medicación a su madre, pero no la encontró. A pesar de que la mujer llevaba un tiempo enferma y ni su memoria ni su sentido eran los de otros tiempos, al principio no se preocupó, y pensó que estaría en casa de una vecina. Pero pasaban las horas y nadie sabía dónde estaba la octogenaria, por lo que cerca ya de la medianoche se dio la voz de alarma y empezó el dispositivo de búsqueda.

Unas horas después, se supo que alguien la había visto en la carretera de O Sixto. Se barajó la posibilidad de que se encaminase a Lobeira, lugar al que de joven iba con las vacas. La agrupación de voluntarios de Protección Civil de Vilanova, la Policía Local y la Guardia Civil iniciaron un dispositivo de búsqueda que, al cierre de esta edición, seguía en marcha, sin resultado. Angelita llevaba más de 36 horas fuera de casa.

Por la mañana, la unidad canina de la Guardia Civil de A Estrada se sumó al dispositivo. En total, una treintena de personas, entre agentes, voluntarios, familiares y amigos de la desaparecida peinaron la comarca de forma infructuosa. Al principio, la búsqueda se centró en Lobeira, con la esperanza de que la mujer se despistase y no fuese capaz de regresar a casa. La noche no fue muy fría y todavía se albergaban esperanzas. Pero los perros no dieron con el rastro de la desaparecida, así que por la tarde se amplió el radio de búsqueda. Fue entonces cuando vecinos de Treviscoso aseguraron haberla visto por las inmediaciones, por lo que el dispositivo se extendió al municipio de Cambados.

A última hora de la tarde, agentes de la Policía Local regresaron a la casa en la que vivía Angelita, con la esperanza de que finalmente hubiese podido regresar a su domicilio, pero la vivienda seguía vacía, por lo que el dispositivo continuaba por los montes de la comarca.

Aunque de noche se iba a suspender la búsqueda, estaba previsto reanudarla a primera hora de la mañana, porque dos días después de la desaparición, el tiempo corre en contra y todavía no se pierde la esperanza de encontrarla con vida, despistada en algún lugar del monte o inmovilizada si sufrió una caída y no está en condiciones de regresar a casa.