Leyendas de vírgenes en O Salnés

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

<span lang= es-es >Armenteira</span>. La imagen de Nuestra Señora con el pecho descubierto es la razón de ser de una de las romerías con más fama en Galicia. La dorada talla del monasterio es del siglo XVI.
Armenteira. La imagen de Nuestra Señora con el pecho descubierto es la razón de ser de una de las romerías con más fama en Galicia. La dorada talla del monasterio es del siglo XVI. martina miser< / span>

Imágenes muy veneradas arrastran curiosas historias de sus orígenes y facultades milagrosas

25 may 2014 . Actualizado a las 06:59 h.

No hay en O Salnés romería que se precie que no vaya presidida por la imagen de un mártir o una virgen. Porque no solo de Santa Rita viven los imposibles. Sin entrar en el santoral masculino, la de Casia tiene una fuerte competencia en figuras como la de la virgen de Armenteira, cuyo monasterio resguarda con celo a Nosa Señora das Cabezas, la mejor componedora de todos los males relacionados con el sentidiño. La talla, de madera policromada, es tan antigua como la de Vista Alegre. Data del siglo XVI y sorprende por llevar un pecho descubierto. Cuenta la leyenda que se le apareció en el pasado al monje cisterciense San Bernardo y que, en agradecimiento a su devoción, le permitió probar unas gotas de la leche con la que amamantaba al Niño. Más cerca de Santa Rita está la virgen de Cortegada, exiliada junto con los colonos de la isla cuando fue cedida a Alfonso XIII para que estableciese en ella la residencia real que nunca llegó a ser.

Ya sin entrar en la antigüedad de las tallas, llama la atención la riqueza de la imaginería que guardan las iglesias de Cambados. Curiosas son por su aspecto las figuras de la Valvanera y A Pastora, que nada tienen que ver con el estilo tradicional de la escultura sacra gallega. En el caso de la primera está más que justificado. La patrona de La Rioja llegó a Cambados en el siglo XVIII de la mano de los marqueses de Montesacro, que eran de ascendencia maña. Hicieron edificar una capilla anexa al pazo que hoy alberga el asilo de San Tomé y allí guardaron la imagen que preside el altar y que se encuentra bastante deteriorada, por lo que en la procesión que se celebra en septiembre sale una réplica de los años cincuenta. Del origen de la veneración a esta virgen deja constancia Gonzalo de Berceo, que se hace eco de la historia de un ladrón que encontró la imagen en el lugar en el que más tarde se levantaría la ciudad de Logroño y que, arrepentido de sus fechorías, levantó un templo en su honor.

Originalidad en Cambados

La imagen de A Pastora es de verdad sorprendente. Entre su ascendencia andaluza y que realmente reproduce el aspecto de una pastora, llama poderosamente la atención por su colorido, su sombrero floreado y su melena rizada. Lo saben bien los alumnos de Belas Artes de Pontevedra que la restauraron hace unos años. Mide algo más de un metro y es de madera policromada. Su origen se encuentra en Sevilla, donde la encargó un creyente después de que se le apareciese en sueños. Permanece todo el año guardada en la capilla del legendario monte de A Pastora y sale en procesión el último domingo de agosto.

Sin desmerecer el poder mediador de las vírgenes, en lo alto del podio de los fieles cambadeses está Santa Mariña, la patrona de la localidad, una mártir oriunda de Augas Santas (Ourense) tan desgraciada o más que Santa Rita. Nacida en Baiona en el año 119, fue fruto de un parto de nueve niñas de las que su madre se quiso deshacer, pero la fiel criada que debería haberlas sacrificado las escondió y las educó en la fe cristiana, pese a ser hijas de un gobernador romano que, cuando las niñas crecieron y fue sabedor de lo ocurrido, las torturó para obligarlas a renunciar a su fe. Mariña fue arrojada a un horno, pero no se quemó. Al caer su cabeza al suelo cuando la decapitaron, brotaron de ella tres manantiales, de ahí el nombre de Augas Santas.

Las nueve olas

La virgen de A Lanzada es el principal tesoro que guarda una capilla que es epicentro de un buen número de leyendas, como la del mito de la fertilidad y el baño de las nueve olas o la piedra con forma de cuna del acantilado sobre el que se asienta el santuario y que la leyenda dice que era refugio de la venerada imagen, experta en la erradicación del mal de ojo.

Pero por su puesto, si hay una imagen religiosa que representa a la comarca es la de la virgen del Carmen, venerada en todos y cada uno de los puertos y protagonista absoluta de las procesiones marítimas que se celebran el 16 de julio. En Portonovo, sin embargo, la Virgen del Carmen tiene una competidora. Es Santa Catalina, cuya talla, dice la leyenda, fue recogida del mar en las redes de unos marineros en una jornada en la que la pesca fue sorprendentemente generosa. Como la Valvanera o A Pastora, llama la atención por su exotismo, no en vano se trata de una mártir egipcia de cuyos restos brotaron aromas dulces y rosas frescas cuando fue decapitada.

La hagiografía de la comarca da, por supuesto, para mucho más. Las historias de estas vírgenes y santas no son más que un aperitivo de lo que uno se puede encontrar en las capillas casi siempre semiabandonadas de O Salnés. Creer o no en sus leyendas es cosa de cada quien, pero habelas hailas.

patrimonio religioso