La huella del románico en Arousa

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Guedes, en el centro, explicó a los asistentes los secretos de la iglesia de Sobrán.
Guedes, en el centro, explicó a los asistentes los secretos de la iglesia de Sobrán. mónica irago< / span>

Vilagarcía despidió el simposio de historia con una excursión por los principales restos medievales, entre los que destaca la iglesia de Sobrán

12 may 2014 . Actualizado a las 06:59 h.

Siguiendo la huella del románico, los participantes en el simposio de historia y patrimonio que este fin de semana se celebró en Vilagarcía recorrieron buena parte de la comarca de Arousa. Su objetivo era el de ver en la práctica todo lo aprendido sobre el papel. Y por eso se subieron a un autobús que los llevó por antiguas torres defensivas y por varias iglesias. Entre todas ellas destaca la de San Martín de Sobrán, uno de los máximos exponentes de este movimiento en la provincia, explicó el profesor Augusto Guedes, director de la cita. En Arousa todavía se pueden ver destacados ejemplos de la época medieval, añadió.

El recorrido por la Arousa medieval comenzó en las Torres de Oeste, en Catoira. Construidas para defender el acceso a Santiago, relata Guedes, de ellas quedan los restos de lo que fue un conjunto defensivo. La misma función tenía el entorno que hoy en día acoge la capilla de A Lanzada. Allí, en cambio, el objetivo era defender el acceso a la ría, añade el director del simposio. Hasta ese enclave llegó también la excursión, en la que participaron una treintena de personas.

Pero es en Vilagarcía donde, sin duda, se ubican dos de los principales exponentes del románico en la comarca. Se trata de las iglesias de San Martín de Sobrán y de Fontecarmoa. La primera de ellas cumple casi a rajatabla con todas las cuestiones que caracterizan al románico, «es una pena que no se conserve el monasterio del que formaba parte», se lamente Guedes.

San Martín de Sobrán fue, en sus tiempos, unos de los templos más importantes de la comarca arousana. Desde donde se ubicaba se contemplaba, en sus tiempos, el mar. Y se situaba en lo alto, para dominar a todos los alrededores. Según Guedes, llegó a ser uno de los templos más importantes de su época, pues otros dependía de ella. Cumple todas las características del románico, desde los capiteles con formas vegetales hasta la bóveda de cañón. En ella destaca una ventana, que fue elegida como símbolo del simposio por su originalidad. El recorrido de los participantes en el simposio concluyó en la iglesia de Fontecarmoa, otro de los grandes exponentes de este movimiento en la comarca arousana.

Según el profesor Guedes, los restos románicos y medievales que se conservan en O Salnés son bastantes. En Meaño y Ribadumia, por ejemplo, se pueden ver características de este movimiento en alguna de sus iglesias. En Vilanova, en cambio, es más abundante la obra civil y hay restos de las antiguas torres defensivas en Lobeira, Caleiro y Baión.