El juzgado no ve indicios de falsedad y estafa en la asociación de mejilloneros Virxe do Rosario
AROUSA
El Juzgado de Instrucción número 1 de Vilagarcía no ve «un solo indicio de que el imputado haya cometido delito de falsedad o estafa alguna», en alusión al presidente de la Asociación de productores de mexillón Virxe do Rosario de Vilaxoán, Javier Blanco. El fallo, del pasado mes de junio, se refiere a la denuncia interpuesta por cinco socios, que fue desestimada toda vez que el juzgado entiende que no se ha podido acreditar que haya documentación falsa, ni que haya habido engaño, ánimo de lucro ni perjuicio económico por parte del presidente.
No conformes con esta sentencia, los querellantes apelaron a la Audiencia Provincial de Pontevedra, que volvió a resolver en favor de Blanco al desestimar el recurso.
El presidente esgrime ambas sentencias para tratar de demostrar que en la asociación todo está en regla, en contra de los argumentos del ex secretario, Guillermo Outeiral. De hecho, este sostiene que, pese a la resolución de la Audiencia, el caso sigue abierto a la espera de un informe pericial.
Javier Blanco cargó ayer las tintas contra Outeiral al que acusa de tratar de desestabilizar la asociación por afán de notoriedad. «Para min é un Judas Iscariote. Por onde pasou sempre denunciou ás agrupacións polo mesmo, e sempre perdeu. O único que busca é protagonismo a ver se pode chegar a presidir algo. Pode ir ás veces que queira ao xulgado. Non lle vou dedicar máis que este minuto de gloria», señala, quien, por cierto, no reconoce ni a Outeiral «nin a outros» como socios.
De lo que no quiso hablar Blanco es de la situación a la que se enfrenta Virxe do Rosario toda vez que la subasta de los bienes de la conservera Carson quedó desierta, una empresa que ha dado en quiebra con casi dos millones de euros pendientes de pago a Virxe do Rosario. Alega que antes de comentar el asunto en los medios lo que procede es informar a los socios.
Otro de los reproches que los querellantes hacen a Blanco es que no convoca asambleas ni elecciones para renovar los cargos directivos, y así lo plantearon en su denuncia. El juzgado de Vilagarcía constata que no se convocó la asamblea general extrardinaria «no obstante y constituyendo dichas conductas una infracción clara de la normativa estatutaria, entendemos que las mismas han de quedar fuera del ámbito del derecho penal, existencio otros cauces».