Operarios municipales de O Grove comenzaron ayer con la instalación de césped artificial en el patio de infantil del colegio Rosalía de Castro. La medida obedece a una antigua reivindicación de los padres, que no estaban conformes con la instalación de áridos en este recinto, en el que juegan niños de 3 a 5 años de edad.
Las quejas de los padres comenzaron cuando en este patio, en el que juegan los más pequeños del cole, se instaló arena. El sistema no gustó porque, se quejaban, en la zona habían un montón de gatos callejeros que iban a orinar a ese espacio. El grupo de gobierno optó entonces por instalar unas piedras pequeñas. Pero tampoco esta medida fue del agrado de los integrantes de la asociación de padres. El problema, explicaban, era que los niños cogían las piedras y las tiraban a la calle, ocasionando daños en los vehículos que estaban estacionados.
Para poner fin a este problema, los padres de los alumnos pidieron al Concello que instalara en el recinto el caucho que se pone en los parques infantiles. Pero el equipo de gobierno consideró que esta era una obra demasiado cara y que no se iba a llevar adelante.
Medidas tomadas
Ante esta situación, el Concello organizó una reunión entre los responsables de la asociación de padres, representantes del gobierno local y técnicos municipales. Se plantearon entonces varias alternativas, con el fin de tratar de buscar una solución al problema.
La primera medida que se tomó fue la de rociar el entorno con un potente repelente de gatos, para evitar que los animales se acercaran a la zona. Según la concejala de Educación, Laura Besada, la medida surtió efecto pues los animales no volvieron al recinto. Pero, aún así, se optó por poner en marcha otro sistema. Los técnicos propusieron cambiar el pavimento del lugar de juegos de los pequeños. En lugar de arena o piedras, propusieron colocar césped artificial, aprovechando que en O Grove se estaba renovando el pavimento de uno de los campos de fútbol, para probar si se adaptaba bien a este espacio.
Comienzan las obras
Pero no fue hasta ayer que los operarios municipales pudieron desplazarse hasta el colegio grovense. Según informa el concejal de Obras, Manuel Ochoa, la colocación de este sistema se inició ayer, aprovechando las vacaciones que tiene el centro y que este está completamente vacío. Pero será a los largo de esta jornada cuando las obras se den por concluidas. Entonces, el patio de los más pequeños quedará listo para ser utilizado de nuevo.
Para comprobar si la medida es del agrado de los padres habrá que esperar hasta el próximo martes, cuando los alumnos regresen a las aulas. Entonces, los niños de infantil podrán estrenar un nuevo recinto de juegos en el que ya no habrá ni arena, ni piedras. Será preciso entonces comprobar si a los pequeños les gusta su nuevo recinto de juegos y si este se ajusta a las medidas de seguridad que debe tener un espacio de estas características.
Ni la arena, ni las piedras que había en el recinto gustaron a los padres
La AMPA pidió al Concello que instalara caucho en el lugar de juego