Un incidente que se veía venir por el deterioro del barrio

s. luaña vilagarcía / la voz

AROUSA

La casa que ardió no es la única en ruinas de A Compostela.
La casa que ardió no es la única en ruinas de A Compostela. m. irago< / span>

15 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Lo que ocurrió en el viejo inmueble que el domingo fue pasto de las llamas no sorprendió a muchos. Hacía tiempo que los vecinos denunciaban el deterioro del viejo barrio de la Prosperidad y el abandono de algunos inmuebles que estaba siendo ocupados de noche por transeúntes y de día por toxicómanos que aprovechaban esas circunstancias para entrar y salir del viejo edificio sin que nadie se lo impidiese.

Pasó con otros viejos caserones de Vilagarcía y ha vuelto a ocurrir en Rosalía de Castro. A menudo, las papelinas de los toxicómanos conviven con los restos de viejos cuadros y cristales ahumados de lámparas que en otros tiempos llenaron de brillo los salones ahora convertidos en ruinas, con viejas vigas de madera cargadas de razones para que un día prenda la mecha. Y así fue.

En este caso, la administración local se carga de razones para echar sobre las espaldas de los propietarios las consecuencias de lo ocurrido. Pero el Concello de Vilagarcía tampoco puede mantenerse al margen de lo que pasa con el viejo barrio de la Prosperidad y los vestigios de lo que fue la estampa del esplendor de Vilagarcía hace cien años. Porque ese deterioro afecta también a otro edificio emblemático, el del viejo balneario, cuya decadencia se arrastra desde hace años a la espera de que resuelva la lenta burocracia.

Y por partida doble, ya que su recuperación está pendiente, por una parte, de que Costas autorice una actuación en la balconada que da a la playa y, por otra, de que se resuelvan las numerosas demandas judiciales entre la administración local y los antiguos responsables de Placomsa, la empresa que gestionaba las instalaciones.

Esos viejos y deteriorados inmuebles conviven con escasa armonía con otros que han sido recuperados en los últimos años y que sí mantienen ese antiguo ambiente de esplendor que rodeaba a la Vilagarcía de antaño. Están más cerca de la playa de A Concha, donde algunos inmuebles rehabilitados mantienen el diseño antiguo mientras que otros optaron por construcciones más modernas.