Parte de la flota de A Illa abandona O Xufre por miedo al temporal previsto para esta madrugada

Rosa Estévez
Rosa Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA

Los barcos isleños han buscado acomodo en Cabodeiro y Vilanova ante las previsiones de fuertes vientos del Noroeste

09 feb 2014 . Actualizado a las 21:32 h.

En A Illa, al viento del Noroeste le llaman «vento do alto». Y tras muchos años viendo su fuerza debastadora, los mariscadores y bateeiros de esta localidad arousana le han cobrado un respeto que raya con el temor. Por eso, cuando los metereólogos anunciaron para esta madrugada fuertes rachas de ese viento que entra en la ría sobrevolando el monte de A Curota, buena parte de la flota isleña buscó abrigo lejos del muelle de O Xufre. «O que atopou sitio noutro lado marchou, e o que non pasará a noite a rezar», asegura un mejillonero isleño. El suyo es uno de los barcos que se han tenido que quedar, «á sorte do vento», así que la noche se prevé larga. Y tormentosa, por descontado: Meteogalicia anuncia «fortes ventos do Noroeste», y el WindGurú, una de las páginas más consultadas estos días por la gente del mar, afina más y advierte de que, de madrugada, Eolo podría soplar con una fuerza que ronde los cien kilómetros por hora.

La prevención de los marineros es comprensible. Hace cuatro años, los vientos que trajo consigo «Flora» arrasaron el puerto de O Xufre de madrugada. Decenas de barcos y gamelas fueron lanzados con furia contra tierra, ocasionando unos daños valorados en más de 300.000 euros. Bien es cierto que, desde entonces, una inversión millonaria de la Xunta ha permitido dotar al puerto de O Xufre, el primer puerto bateeiro de Galicia, de un sistema de abrigo: un dique flotante cuya instalación generó un agrio debate en la localidad. La obra, consistente en el cierre del puerto con grandes moles de hormigón y acero galvanizado de doce toneladas, se terminó a mediados del mes de diciembre. La de esta noche es su primera gran prueba de fuego, pero parece que los profesionales del mar de A Illa no se fían de la capacidad de esa barrera para parar al temporal. Y es que, tal y como señaló Manel Vázquez, el alcalde socialista de A Illa, «aquí o Norte traballa con moita forza, veremos se as cadeas aguantan». Está claro que, quienes han podido evitarlo, no se han quedado para esperar y ver. Algunos han puesto rumbo al muelle de O Cabodeiro, también en A Illa. Y otros no han dudado en cruzar la frontera y buscar abrigo al otro lado del puente, en el muelle de Vilanova.