La exclusión de las mociones desata otra bronca en el pleno de Vilagarcía

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Fajardo y Bueno pasan la noche en la Casa Consistorial como protesta mientras el BNG dejaba la sesión

28 ene 2014 . Actualizado a las 13:49 h.

Si, como afirmó en la convulsa sesión el objetivo del alcalde de Vilagarcía al obviar las mociones tipo era facilitar el trabajo de la corporación y salvar la «estrategia de la interrupción y el insulto» que el regidor popular encuentra en la oposición, por lo visto en el pleno de ayer está muy lejos de conseguirlo. El debate, privado de seis iniciativas de los grupos de izquierda (tres del BNG, dos de Esquerda Unida y una del PSOE) resultó enormemente bronco. Más, probablemente, que ningún otro del mandato por lo que respecta a la bancada zurda.

Los tres concejales del BNG se fueron en señal de protesta. Antes, por primera vez en este período, su portavoz, María Villaronga estuvo a punto de ser expulsada por Tomás Fole. También Juan Fajardo y Ramón Bueno, de EU, recibieron sendos apercibimientos de desalojo de la sala. Claro que en su caso no solo no se produjo el abandono, sino que, muy al contrario, ambos ediles decidieron pasar la noche en las dependencias municipales. Un encierro que se mantendrá a lo largo de 24 horas con el que la formación que lidera Fajardo quiere llamar la atención sobre la deriva «ditatorial» que percibe en el bipartito conservador.

Poco público, mucha tensión

A diferencia de tantas ocasiones anteriores, no hubo demasiado ambiente entre el público. Apenas un puñado de representantes de la plataforma en defensa de la sanidad pública y de la CIG, que agitaron una pancarta imitando la forma en la que las concejalas populares acostumbran a abanicarse.

Villaronga, que pidió una cuestión de orden prácticamente al mismo tiempo que Fole daba inicio a la sesión, exigió al alcalde explicaciones por la retirada de sus mociones al tiempo que dijo encontrar entre las filas del PP «un problema de vagancia estrema». La socialista Tania García sostuvo que todo se debe a una estrategia del PP para evitar el debate de asuntos que, como la reforma de la Ley del Aborto, castigan la imagen de los populares. Y Fajardo tildó a Fole de ser «o primeiro alcalde fascista da historia da democracia». Este se revolvió sacando a colación lo sucedido con Mariano Ibáñez, número 4 de EU en el 2007 que no pudo acceder a su acta al correr la lista, o lo que está pasando con Carmen Iglesias y AGE. «¿Eso no es fascismo?», se preguntó el regidor, que no dio pie a réplicas.