El sector extrema el control para evitar más patinazos del mejillón

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

El sector vive una temporada extraña, donde se suceden los parones y la actividad febril.
El sector vive una temporada extraña, donde se suceden los parones y la actividad febril. martina miser< / span>

No quieren que la marea roja siga lastrando la imagen del bivalvo

02 nov 2013 . Actualizado a las 06:52 h.

En un rincón del norte de Italia, en el delta del Po, la confianza en el mejillón gallego se ha quebrado. Una alerta sanitaria provocada en su día por molusco del polígono Vilagarcía A ha colocado bajo sospecha permanente el bivalvo de esa zona, una de las pocas que están en estos momentos abiertas a la extracción de mejillón. Así que el Intecmar se ha visto obligado a emitir un certificado indicando que el polígono está abierto y especificando cuántas analíticas se han realizado y qué resultados han dado las mismas. Desde el sector se reconoce que se están «facendo esforzos para aumentar aínda máis a seguridade» del bivalvo que crece en las bateas, en palabras del presidente de Opmega, José Ignacio Lorenzo. Y es que el mejillón gallego no se puede permitir nuevos patinazos en los mercados europeos.

La prudencia ha ralentizado la extracción de este molusco en la ría de Arousa, y en concreto en el polígono de la discordia. Este fue muestreado el jueves, y ayer, hasta que a se conocieron los resultados de las pruebas, la actividad quedó en suspenso, ralentizada por el festivo que mandaba en el calendario y por el miedo, «que é libre», a que el mejillón llegase a tierra con problemas.

Ese autocontrol es solo uno de los filtros de contención de daños que productores y comercializadores quieren poner alrededor del mejillón que se envía al mercado. Un segundo cinturón de seguridad estaría conformado por las analíticas que organizaciones de mejilloneros como Opmega realizan de forma paralela a las del Intecmar. «Non é que non nos fiemos do seu traballo, é simplemente unha forma máis de aumentar as garantías do produto», señalaba ayer el presidente de esta organización de mejilloneros.

Desde el campo de la exportación también consideran preciso evitar nuevos deslices. «Alertas sanitarias hai sempre. ¿Por que saltan? Haberá que revisar o sistema para ver que é o que falla, que é o que non está funcionando ben», argumentaba ayer Ramón Blanco. En todo caso, sospecha que el problema que se ha planteado en el delta del Po obedece, fundamentalmente, en que el sistema de control italiano «é moito máis restrictivo que o noso, e cando pechan pechan todo», argumentaba este exportador, gran conocedor de la realidad del sector en Italia.