Otros dos buques con parafina obvian el protocolo sobre mercancía peligrosa

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

En un caso tan solo se activó en la maniobra de atraque y en el otro los remolcadores no intervinieron

10 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ha vuelto a suceder. Si en mayo un buque quimiquero, el Marie Theresa, sembraba de dudas la ría al obviar por primera vez Capitanía Marítima el férreo protocolo de blindaje asociado al parque de hidrocarburos de Ferrazo, en apenas seis días otros dos cargueros se han internado en el mar de Arousa sin la salvaguarda de los remolcadores. En los tres casos, el producto que transportaban en sus tanques y descargaron en los depósitos de Finsa-Foresa es el mismo: parafina. Un destilado del petróleo que, según la institución encargada de velar por la navegación, no figura en el listado de mercancías peligrosas de la Organización Marítima Internacional.

Que las cosas no están del todo claras con respecto al nivel de prevención que requiere este hidrocarburo lo demuestra lo ocurrido el jueves pasado con el Atlantis Aldabra, un barco de bandera maltesa destinado al transporte de productos químicos. Curiosamente, el protocolo vinculado a Ferrazo sí fue activado en el momento en que el buque se aproximó a la ría: fondeó a milla y media de la isla de Rúa, hacia el exterior, hasta que un remolcador (pueden ser uno, dos e incluso tres, en función de su eslora, que en este caso era de 92 metros) acudió para darle escolta bajo la dirección de uno de los prácticos que prestan sus servicios en la Autoridad Portuaria. Lo paradójico de la secuencia es que, una vez realizada su tarea, el mercante zarpó de Vilagarcía sin que se aplicasen las mismas medidas de seguridad. Esto es, se fue solo, sin remolcador y sin práctico.

Ayer mismo, de madrugada, atracaba en Ferrazo el Rikke Theresa, con bandera de Dinamarca y parafina, una vez más, en sus entrañas. A diferencia de lo acontecido el jueves, ni siquiera se activó el blindaje en su arribada a Vilagarcía. Tanto en el momento de su llegada como en el de su salida -prevista para primeras horas de esta mañana, tras la realización de una serie de tareas de mantenimiento- el quimiquero navegó y maniobró en el interior de la ría de Arousa sin ningún tipo de respaldo. Ni los remolcadores ni los prácticos llegaron a ser requeridos, algo hasta ahora del todo inusual.