Las brigadas dedican la tarde del domingo a desbrozar en Cornazo

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Pitada de los funcionarios en protesta por la medida del gobierno local

08 abr 2013 . Actualizado a las 12:20 h.

En una lluviosa y tristona tarde de domingo, la tranquilidad de los vecinos de Cornazo se rompió por el ruido de las desbrozadoras. La explicación a tan inusual hecho era difícil de entender para los paisanos de la aldea; una brigada de cuatro trabajadores municipales -otro turno lo hizo por la mañana- estaban a las siete de la tarde, ya casi sin luz, limpiando la maleza de las cunetas de Cornazo. Era su primera jornada dominical desde que el gobierno local decidió ponerlos a trabajar también los fines de semana.

No lo entendían ni ellos ni los vecinos ni sus compañeros del Concello de Vilagarcía. Por eso la junta de personal organizó allí una sonora pitada que todavía perturbó más la paz de los tranquilos vecinos de Cornazo. Pero ese era el objetivo. Llamar la atención de una medida que, a entender de los manifestantes -una treintena de trabajadores municipales- es «surrealista».

La comitiva partió de la iglesia de Cornazo, porque era allí donde en un principio se les había dado orden de trabajar. Pero como muy cerca está la casa de Cholo Dorgambide, se cree que para evitar esa foto, se les ordenó posteriormente desbrozar más arriba. Y lo hicieron, porque las calles de Cornazo estaban ayer relucientes y libres de maleza. Un domingo lluvioso por la tarde.

A partir de ahora, las brigadas tendrán que trabajar todos los fines de semana. A no ser que el gobierno local reconsidere su postura. Eso es lo que espera la junta de personal, que dice estar dispuesta una vez más a negociar para que se racionalicen los turnos y se pongan brigadas los fines de semana «solo en fechas determinadas, cuando hay fiestas o hay que hacerlo por una razón extraordinaria», decían ayer Adela Miguéns, presidenta del comité de empresa y Yolanda Osorio, de la junta de personal.

Entre pitos, algún manifestante instó al alcalde a «deixar aos seus fillos o domingo para ir traballar». Mientras, una patrulla de la Policía Local vigilaba. También cumplía órdenes.