Parados con tiempo y tierras se lanzan al cultivo y a la cría de gallinas
11 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.En el Bazar del campo de Vilagarcía habían apostado por los animales exóticos pero cada vez son menos quienes compran peces tropicales de modo que van a reorientar el negocio para atender la demanda de gallinas, faisanes y conejos. Es solo un ejemplo de la nueva tendencia que se está instalando en O Salnés, en la que son muchas las personas que están recuperando o se están adentrando por primera vez en la cultura de la huerta.
Dos factores explican este fenómeno. La crisis, y en consecuencia el aumento del número de parados, ha dejado a mucha gente con más tiempo libre del que quisieran. Y si pueden disponer de tierras de labradío, algunos optan por iniciarse en la aventura de la agricultura y poner en producción fincas que estaban sin trabajar y zonas ajardinadas, reemplazando el césped por tomates y patatas.
Hasta en pequeños patios urbanos y en macetas se están sustituyendo los geranios por fresas y pimientos en un claro ejemplo de aprovechamiento de suelo al máximo. El mercado ofrece productos específicos, como son los sacos de cultivo, que están perfectamente adaptados para cultivar en este tipo de superficies. «Antes se vendían los productos en más cantidad, para gente que se dedicaba a esto, ahora se vende más repartido», explican desde Agro Merca Kike.
Pero esta apuesta por la huerta no solo se alimenta de parados. La cultura ecológica está en alza y esto lleva a muchas personas a plantar sus propias verduras y hortalizas con el fin de proveerse de alimentos libres de productos químicos. Y el mismo criterio se aplica para la carne y los huevos, de manera que urbanitas que en su vida habían criado un pollo o una gallina, hoy disponen de su propio corral.
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