García-Reboredo es la primera consignataria gallega, y probablemente, la primera de España. De hecho, empezó su andadura en el año 1830, así que la quinta generación de la familia se prepara para celebrar sus doscientos años de existencia.
Fue José García Reboredo el que, desde Vilagarcía, empezó a embarcar emigrantes en el puerto de Vigo, actividad que se acrecentó cuando los barcos empezaron a partir de la ría de Arousa. Fue un precursor en su pueblo, ya que la familia, oriunda de Carril, puso en marcha la actividad consignataria incluso antes de que el puerto carrilexo alcanzase su esplendor. Como hicieron las demás casas consignatarias que había entonces, cuando la rada se trasladó a Vilagarcía, también ellos abrieron oficina en la localidad que, con el tiempo, daría nombre al concello.
La proyección de García-Reboredo fue tal que incluso tuvo sucursal en Buenos Aires. En 1856 obtuvo la representación en Vilagarcía de la Compañía Trasatlántica Española, y en 1880, cuando la Lloyd Norte Alemán empezó a enviar buques a España, contactó con José García Reboredo y lo nombró su agente en España. Con el tiempo, los buques de esa compañía llegaron a hacer escala en Vilagarcía.
Cuando estalló la primera Guerra Mundial, un buque que estaba en Vilagarcía consignado por Reboredo, el Cap Arcona, decidió quedarse en el puerto arousano a la espera de que finalizara la contienda. La consignataria se ocupó de las necesidades de la tripulación, a la que incluso brindó su casa. Muchos de ellos se quedaron aquí, y por eso hay en Vilagarcía apellidos alemanes como Rietz o Meller, descendientes de aquellos marineros.
Hoy, la empresa está en manos de Luis García-Reboredo Mendoza. La oficina, en la calle Valentín Viqueira, tiene más de cien años de historia. Luis, junto con José Manuel, Francisco, Juan y Martina, continúa la saga de las empresas con más solera de España.