24 feb 2013 . Actualizado a las 06:58 h.
En sus ocho décadas de historia, por la fábrica de Cuca -o de Pita, como suelen decir en Vilaxoán- han pasado ya varias generaciones de mujeres cuyas manos han procesado algunas de las conservas más selectas de Galicia. La calidad fue siempre el principal distintivo de Cuca. Junto a ella, la innovación, la continua apuesta por nuevas vías de negocio. Cuando hace año y medio el grupo vasco Garavilla adquirió la fábrica a la familia Pita, la plantilla no se imaginaba que, meses después, estaría luchando contra el cierre de la factoría.