La policía exige a Dorgambide que regule su función o dimita

Serxio González Souto
Serxio González VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

NACHORTAS

Los agentes acusan a Fole de no recibirlos en año y medio de mandato

01 feb 2013 . Actualizado a las 15:03 h.

La controversia acerca de la privatización de la gestión del tráfico en Vilagarcía derivó ayer hacia una de las cuestiones de fondo que verdaderamente subyacen bajo este polémico proceso: la falta de modelo y los problemas existentes en el seno de la Policía Local. Desde que el bipartito conservador reconoció su intención de implantar un sistema de aparcamiento de pago, videovigilancia y control de velocidad en manos de una empresa privada, uno de sus principales argumentos para justificar un proyecto de semejante calibre se centra en la supuesta ineficacia de la actual fórmula de estacionamiento gratuito basado en los discos horarios. Ineficacia de la que, más o menos veladamente, se responsabiliza a los agentes municipales. Un conflicto así no podía mantenerse demasiado tiempo adormecido bajo paños calientes. Y, efectivamente, acaba de desvelarse en toda su preocupante dimensión. Hasta el punto de que los representantes sindicales de la plantilla exigen por escrito al concejal de Seguridade Cidadá, Cholo Dorgambide, que regule su función, se preocupe por el cuerpo y atienda sus demandas. «Ou no seu defecto que dimita», expresa textualmente un escrito firmado por los delegados de UGT, CIG, CC. OO. y CSIF.

Las críticas del personal se centran en buena parte en Dorgambide, manifestando su «desagradable sorpresa» por el hecho de que «quen exerce de enlace entre o corpo e o goberno municipal, e quen ten que velar polo bo funcionamento, a pulcritude da imaxe e a mellora dos medios do corpo, non só non leva a cabo o labor salientado, senón que insulta e bombardea a función policial, deixándoa en descrédito». El edil, por su parte, niega haberse referido a los agentes como «vagos» aunque sí dice ser partidario de una reformulación del servicio.

Curiosa apreciación, esta última, puesto que una de las acusaciones que le lanza la policía es el haber hecho oídos sordos a las reiteradas solicitudes de una reunión urgente para comunicarle sus necesidades más acuciantes. Entre otras, la elaboración de un reglamento de funcionamiento interno. Ni él, desde su toma de posesión, ni el alcalde, Tomás Fole (PP), en año y medio de mandato, «atenderon ata hoxe nin as propostas nin as reunións solicitadas».