Exposalnés cerrará antes de acabar el año y queda abocado al abandono

Bea Costa
Bea Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

En los pasillos de Exposalnés se apilan los trastos.
En los pasillos de Exposalnés se apilan los trastos. martina miser< / span>

El técnico de la Ruta do Viño es el único que seguirá en el local tras el despido del personal de recepción

28 nov 2012 . Actualizado a las 06:55 h.

El centro comarcal de O Salnés, Exposalnés, (Cambados), queda a la deriva. Los tres trabajadores que prestan servicio en la recepción ya no estarán a final de año. Dos de ellos han recibido la carta de despido y una tercera persona será trasladada a la delegación provincial de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader). Para el viernes por la mañana está convocado un curso de manipulador de alimentos, organizado por una empresa, y, salvo sorpresas, será la última actividad que se desarrolle en el edificio.

Hasta ese día, todavía habrá alguien para abrir y cerrar la puerta, pero en enero ya no quedará nadie. Los dos despedidos se quedan en el paro el día 6 de diciembre pero dejarán antes el puesto porque cogen vacaciones. Y la persona que mantiene el empleo, posiblemente termine su etapa en Exposalnés a mediados de ese mes. A partir de ahí, el técnico de la Ruta do Viño Rías Baixas será el único que habite el edificio situado en el paseo de A Calzada, pero su oficina está en la planta superior de modo que la recepción quedará sin atención al público y el centro deberá permanecer cerrado, que es lo que ya está ocurriendo por las tardes desde septiembre, cuando Agader estableció solo turno de mañana para su personal. Solo en caso de que haya alguna actividad programada, como puede ser un pleno de la Mancomunidade do Salnés, se abre el edificio en horario vespertino.

Hace tiempo que Exposalnés ha entrado en una dinámica de caída libre hacia el abandono. La Xunta le retiró hace casi un año el servicio de limpieza, la línea de teléfono del centro no funciona -solo se puede comunicar con Exposalnés a través de la línea de la Ruta do Viño- y la actividad en su interior es prácticamente nula. A ello hay que sumar el deterioro que sufren las instalaciones por falta de mantenimiento, como es el caso de la pintura que empieza a desprenderse de las paredes y el ascensor, que no funciona.

Exposalnés, como el resto de los centros comarcales abiertos en Galicia, es una rémora para la Xunta. El gobierno de Feijoo apostó por la disolución de las fundaciones comarcales en la pasada legislatura, pero todavía sigue sin saber qué hacer con la infraestructura creada en torno a este proyecto.

En el Concello de Cambados están dispuestos a coger este testigo y ya solicitaron a la Xunta que le devuelva el edificio -la parcela y la casa fueron compradas en su día por el Ayuntamiento- para poder disponer de él, aunque aún no ha decidido los posibles usos. El despido de personal le da al gobierno local nuevos argumentos para reivindicar estas dependencias.