Alfageme deja Ravella al lograr una moratoria para la subasta

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Rechazado el recurso de la familia Lago contra la adjudicación de la firma

19 oct 2012 . Actualizado a las 06:59 h.

Las trabajadoras de Alfageme que llevaban desde el lunes encerradas en la casa consistorial de Vilagarcía abandonaron ayer Ravella tras conseguir de la administración concursal una moratoria en la ejecución de la subasta de las fábricas, a la espera de que en los próximos días la Xunta finalice con el proceso de adjudicación de la empresa.

En el consello extraordinario celebrado por el Igape a primera hora de la mañana, se decidió rechazar el recurso presentado por la familia Lago contra el concurso público para la adjudicación de la firma. Nada más adoptarse el acuerdo, el alcalde de Vilagarcía se lo comunicó a las mujeres encerradas en el salón noble. Posteriormente fue la representante de la CIG, Rosa Abuín, la que se puso en contacto con los administradores concursales, dado que la resolución del recurso no impedía que desde los juzgados se pusiera en marcha el proceso de subasta. Según Abuín, «hai boa vontade pola súa parte, porque acordaron ampliar o prazo ata a semana que vén para que a Xunta lles faga chegar as ofertas». Solo este compromiso, y no la resolución del recurso, fue lo que animó a las mujeres a dejar el encierro. Es, en todo caso, condicionado. Si la próxima semana no se resuelve el conflicto, volverán a la calle.

La Consellería de Industria no aclaró en qué momento resolverá los otros trámites pendientes, que pasan por abrir las plicas con las ofertas, reunirse la mesa de contratación para decantarse por una de las tres empresas que se presentaron al concurso y, finalmente, comunicarlo a los administradores concursales. Es esa ausencia de plazos lo que hace que las trabajadoras no las tengan todas consigo. Por eso esperarán solo una semana, el tiempo que dure la moratoria de los administradores concursales.

A entender de Rosa Abuín, la prueba de que la subasta de las naves pende como una losa sobre la recuperación de la actividad y de los puestos de trabajo es que ayer mismo se subastaron las marcas de Peña y de Eureka. La primera, por 50.000 euros, a la única empresa que se presentó, Coswinda -la misma que aspira a hacerse con Alfageme y que se relaciona con la familia Lago-. La segunda, a Calvo, por 300.000 euros.

Aunque todo ello obliga a la plantilla a no bajar la guardia, ayer había satisfacción y alivio en Ravella. Alivio porque por fin las trabajadoras volvían a dormir en sus casas, y Rosa Abuín con ellas. Y satisfacción por la batalla ganada, una victoria que Abuín achacó a las trabajadoras: «Isto gañouse pola súa loita, e para elas son as únicas medallas». El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, en campaña en Vilagarcía, felicitó también a las mujeres por su lucha.

Según el Concello, levantado el campamento, el comité de empresa de Alfageme se reunió con Fole y con Marta Rodríguez, «a quen agradeceron as xestións realizadas», así como el trato recibido durante el encierro.