El patrón mayor de Carril apela al diálogo entre mariscadoras y Mar

Rosa Estévez
Rosa Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Las mujeres volvieron a concentrarse ayer ante la delegación de la Xunta

21 sep 2012 . Actualizado a las 06:56 h.

Las mariscadoras de Carril parecen dispuestas a mantener el pulso a la Consellería do Mar por el balizado de la playa de A Concha-Compostela, aún a costa de perder días de trabajo. Ayer, las integrantes de la agrupación de a pie renunciaron a bajar a faenar para volver a concentrarse a las puertas de la delegación de la Xunta en el alto de A Rosa. Pretendían encerrarse en esas dependencias, pero no pudieron hacerlo: se lo impidieron los agentes de la Policía Nacional que habían sido llamados para enfriar los ánimos y evitar conflictos. Cumplieron su misión, y a las dos y media de la tarde, tras seis horas frente al edificio administrativo, las mujeres se retiraron.

Desde la Consellería do Mar, Juan Maneiro ha repetido en varias ocasiones que la Administración no va a ceder en este conflicto: el marcaje de la playa de A Concha-Compostela se está realizando según establece la ley, y no hay más vueltas que darle al asunto. Pero las mariscadoras están decididas a no dar su brazo a torcer y a hacer llegar sus quejas a la conselleira do Mar, Rosa Quintana. Y están dispuestas a seguir adelante solas, porque solas dicen sentirse: «Por nós ninguén se preocupa».

El reproche va dirigido, sobre todo, al patrón mayor de Carril, Fernando Franco, al que las mujeres acusan de «non atender máis que aos parquistas». El aludido, por su parte, señala que el papel que la cofradía puede jugar en este enfrentamiento es muy limitado. «Me da la impresión de que las dos partes están muy firmes en sus posturas, pero ya les he dicho que es necesario que abran un diálogo, porque esta situación no se puede sostener mucho más en el tiempo», argumenta.

Hasta el día 28

De momento, la única fecha marcada en el calendario de este conflicto es el día 28 de septiembre. Hasta ese momento, la playa estará cerrada a fin de que los técnicos de la Xunta señalicen los límites entre la zona de trabajo de las mariscadoras de a pie y del marisqueo a flote. Ambos colectivos tuvieron un encontronazo hace unas semanas, cuando los rañeiros realizaban una extracción especial autorizada por la Xunta en un área de libre marisqueo. Para solucionar el problema creado, Mar optó finalmente por aplicar la ley a rajatabla y marcar la zona en la cota mareal cero, correspondiente con la baja mareal escorada. Pero «nin sequera nos damos posto de acordo sobre onde está esa cota», ironizaba la presidenta de las mariscadoras, Eva Gil.