Historia de un campeón olímpico y politoxicómano

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso SANXENXO / LA VOZ

AROUSA

El popular «Hermano Mayor» utiliza su experiencia personal para hablar a los jóvenes de drogas

10 mar 2012 . Actualizado a las 18:57 h.

«No voy a deciros lo que tenéis que hacer. Pero sí que las decisiones que toméis pueden marcar el resto de vuestros días». Con estas palabras empieza Pedro García Aguado, campeón olímpico de waterpolo hoy más conocido por ser el «Hermano Mayor» de un popular programa de televisión, su charla a los estudiantes del instituto de Vilalonga. En la misma les va a hablar, clara y duramente, de las drogas. Y sorprende cómo, en ocasiones, consigue que esos quinceañeros que forman el público se queden sin palabras. Mudos. Solo les cuenta su historia. La que le tocó vivir a él. La que lo convirtió en un campeón olímpico y, de paso, en un politoxicómano.

García Aguado cuenta sus éxitos. Cómo se fue de su casa de Madrid siendo muy joven para formar parte de un equipo que llegó a ser campeón olímpico. Pero antes de ese triunfo, hubo muchas derrotas, «quedamos de segundos muchas veces». Compara sus olimpiadas con la vida, «porque muchas veces las cosas no van a salir como tú quieres y tú no tienes la culpa», explica. Es esa frustración la que lleva a algunos «a tener actitudes de riesgo, a fumar canutos, a beber». Le explica a los adolescentes «que todos tenéis un talento especial. Tenéis que encontrar donde sois buenos y esforzaros», añade. Aprender a superar los fracasos. «No sé cuantos de aquí seréis drogadictos o alcohólicos». La afirmación coge por sorpresa al público. «Estáis decidiendo y sois responsables, como yo decidí celebrar mis triunfos fumándome unos canutos», explica. «Veis al de la foto, era mi mejor amigo. El 11 de marzo hace seis años que se suicidó». De nuevo un silencio sepulcral. «Nadie nos dijo que podíamos desarrollar una enfermedad como la drogadicción. Empecé a beber a los 14 años, a esnifar coca después... Era solo consumidor de fin de semana y decía, me lo merezco porque tengo derecho a divertirme». Y sigue su relato de cómo se dio cuenta de que se había quedado sin nada y decidió desintoxicarse.

Diferencia entre tomar drogas y drogarse. Porque cuando lo que se busca es cambiar el estado de ánimo hay un problema. Y tira por tierra todos los mitos como que «si bebo mucho y no me emborracho es porque controlo» o como que «el alcohol y la marihuana son drogas blandas». Recuerda a los chavales que ha conocido trastornos mentales, «con los ojos vacíos», por culpa de la droga. «Confío en que vosotros lo sepáis hacer mejor que yo», concluye.

de charla pedro garcía aguado