Los marineros instalan acuarios en tierra para evitar robos de marisco

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Los pilones protegen las capturas de camarón, nécora o centollo

19 feb 2012 . Actualizado a las 07:02 h.

No se le pueden poner puertas al campo. Y al mar, tampoco. Bien lo saben los marineros, bateeiros y mariscadores de la ría de Arousa, que en los últimos meses asisten atónitos a una cascada interminable de robos. Nada está a salvo. Ni en el mar, ni en el puerto, ni siquiera en casa: en Aguiño, los ladrones se atreven incluso a intentar echar mano de aparejos, gasóleo y motores de las lanchas que, literalmente, son aparcadas a las puertas de las viviendas. La situación ha llegado a tal punto que los profesionales del mar han comenzado a adoptar medidas de autoprotección que, en ocasiones, exigen un importante desembolso. Y de esa forma, a lo largo y ancho de la ría de Arousa han ido proliferando acuarios particulares en los que los marineros que se dedican a la pesca de especies como camarón, nécora o centollo depositan sus capturas a la espera de que llegue el momento de llevarlas a las lonjas.

Aunque los pilones suponen una inversión importante (a lo que cuesta la instalación hay que sumar, después, los gastos de mantenimiento), los mariscadores prefieren hacerla a ver como su trabajo se esfuma durante las noches. «Antes deixabas o marisco colgado nalgunha batea, ou no morto da embarcación, pero agora é imposible», confiesan desde A Illa. En O Grove ratifican esa impresión. «A xente está farta de que lle leven o marisco, así que, quen pode monta o seu acuario, e ata hai grupos de tres ou catro que se xuntan para facelo», explica un armador de esta localidad.

Proyecto frustrado

En A Illa, la cofradía es consciente del problema que afecta a muchos de sus socios. Por eso, el pósito presentó un proyecto al Grupo de Acción Costeira para hacer, en un anexo a la lonja de contratación, unos pilones de uso comunitario en los que la gente pudiese guardar su marisco. «O proxecto veunos denegado», se lamenta el patrón mayor, Ángel Iglesias. Mientras, los acuarios oceánicos se multiplican en garajes y casas, proporcionando una cierta alegría a quienes se dedican a la instalación y el cuidado de este tipo de estructuras.