Mar anula los pérmex de Lazareto y reabre la guerra en el marisqueo de Carril

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Las doce afectadas tenían previsto incorporarse el lunes al trabajo. Ayer les comunicaron que no podrán hacerlo

04 feb 2012 . Actualizado a las 07:01 h.

El mar de Carril vuelve a estar en guerra. Se declaró, oficialmente, ayer al filo de las cinco de la tarde, cuando el delegado territorial de Mar llegó a la cofradía para comunicar a las doce personas vinculadas a Lazareto que el lunes se iban a estrenar como mariscadoras carrilexas, que sus pérmex han sido anulados. «No se os debieron haber entregado», explicaba ayer este portavoz de la Xunta en una sala llena de gente. De gente indignada. «Se a Xunta quere unha batalla campal, vaina ter», respondieron aireados.

El origen de este conflicto viene de lejos. De las promesas hechas en su día por el PP a Lazareto y de la forma en la que, una vez en la Xunta, se cumplieron esas promesas para dar cabida en la playa a un grupo de personas vinculadas a este colectivo. Aunque el departamento de Rosa Quintana aclara que «os baremos utilizados se realizaron cumprindo escrupulosamente a legalidade vixente», lo cierto es que «un erro de procedemento técnico» ha invalidado el proceso. Y la Xunta ha decidido abortarlo y «proceder a convocar un novo proceso de selección».

Esta decisión de la Administración ha venido motivada por un recurso interpuesto el lunes por «un grupo de mariscadoras a título individual», ante el que la consellería ha decidido dar marcha atrás y anular los pérmex. Los beneficiarios de los mismos no dan crédito a lo ocurrido. «Jurasteis y perjurasteis que todo era legal», le reprocharon ayer las afectadas al delegado territorial de la Xunta. «Juan Maneiro, después de ver el recurso, dijo que no tenía fundamento y que no nos preocupásemos. Y ahora nos salís con estas», reprochaba otra de las asistentes al encuentro, en el que las doce afectadas estuvieron inicialmente acompañadas por el resto del colectivo.

De nada sirvió que el enviado de la Xunta afirmase que sería la consellería quien resolviese los inconvenientes que todo esto haya podido suponer para aquellas personas que, por ejemplo, se hubiesen retirado de la lista del paro. «¿Y todos los gastos que hemos tenido que hacer? ¿Todas las tasas que llevo pagadas me las vais a devolver también?», preguntaba una. Otro se lamentaba de los 300 euros que el jueves había invertido en adquirir la ropa de aguas y el material necesario para ir a la playa. «¿Qué pasa con esos gastos? Estamos en enero, no se gana nada, y por encima andamos con estas cosas», protestaba otro de los asistentes.

Las afectadas no están dispuestas a rendirse. Ayer aseguraban que el lunes, a las siete y media de la mañana, acudirán a la playa de Bamio para incorporarse a su puesto de trabajo como si el día de ayer no hubiese existido. «Se queren, que manden á policía», decían retadoras. «Despois marcharemos a Santiago, e alí quedaremos ata que nos reciba Rosa Quintana».

Las mujeres dicen que el lunes bajarán a la playa. «Que manden á policía», retan

«Se a Xunta quere unha batalla campal, vaina ter», se escuchó en la reunión