Dos perros alertan a sus dueños de un incendio en una vivienda

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Los bomberos de O Salnés sofocaron siete fuegos en tan solo veinte días

22 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Olga Costa, la presidenta de la Protectora de Animales de Cambados, dio la voz de alarma a las dos de la madrugada de ayer para advertir de un incendio que arrasaba con una casa abandonada que hay al lado de la suya, en el lugar de A Pantrigueira, en Vilanova. Olga se percató del fuego a esa hora porque fue advertida por sus perros, que no pararon de ladrar hasta que les hicieron caso.

Fue a las doce y media de la noche cuando los dos perros que Olga tiene en su casa empezaron a ladrar nerviosos. «Mi marido salió a la ventana y no vio nada, así que nos metimos en casa, pero a las dos de la madrugada seguían, y entonces fue cuando vimos el humo, y unos chicos que salían de un bar ya avisaron del incendio. Entonces llamamos a Emergencias y vinieron cuatro coches de los bomberos a apagar el fuego».

Olga no tardó en contar su experiencia en la página que el Refugio de Animales de Cambados tiene en Facebook: «Nos dio tiempo de avisar al vecino colindante para que sacara el perro del garaje... No hubo heridos... Ya tengo tres héroes en casa, la primera fue Anne, cuando prendieron fuego a mi coche», recuerda Costa orgullosa de la actuación de Rocky y Rula.

Porque fue probablemente el aviso de los animales lo que permitió que las consecuencias no fueran mayores, ya que aunque en la casa incendiada no vivía nadie, sí había otra colindante a la que podrían haber llegado las llamas si los bomberos no actuaran tan rápido.

Por lo demás, el dispositivo de emergencias se desplegó con normalidad. Dos camiones de los bomberos de O Salnés y otro con la escalera, además de la motobomba de la agrupación de voluntarios de Vilanova y una ambulancia se desplazaron al lugar. El fuego se apagó sin más incidentes, pero la casa quedó totalmente derruida, porque todo era madera vieja y leña. Aunque de momento se desconocen las causas del incendio y es probable que en la vivienda no hubiese nadie en el momento en que empezó el fuego, Olga Costa indicó que es habitual que la casa la ocupen jóvenes de la zona que entran aprovechando su abandono.

Aparte del aviso de los perros, el fuego de la madrugada de ayer tiene un segundo aspecto noticiable, y es que es el séptimo incendio de un inmueble que tienen que sofocar los bomberos en las tres primeras semanas del año. Es más, en los últimos días, les toca casi a incendio por noche. El martes ardió la chabola en la que vivía un octogenario en Vilaxoán; el miércoles, un alpendre de una granja de animales en A Torre, y ayer, la casa de A Pantrigueira, en Vilanova. A todo ello hay que sumar otros cuatro incendios en los primeros días del año, entre ellos, el más trágico, el fuego en un piso del edificio Casino, en el centro de Vilagarcía, en el que pereció su propietaria, Marita Martínez.

«Empezaron a ladrar a las doce y media, pero hasta las dos de la madrugada no vimos salir el humo»

Olga Costa