El censo de vecinos de Ribadumia es el que más crece de toda la provincia

Serxio González Souto
Serxio González VILAGARCÍA

AROUSA

El incremento del electorado residente en el municipio supera desde las autonómicas el 8% La emigración es ya la cuarta demarcación electoral de O Salnés por delante de O Grove

14 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

?ibadumia lleva camino de convertirse en un caso único por lo que al crecimiento de su censo electoral se refiere. Lo es, a la vista de los datos, en el conjunto de la provincia. Una comparación no ya con los anteriores comicios municipales, sino con las últimas elecciones celebradas, las autonómicas de junio del 2005, sitúa al electorado residente del concello arousano -aquel que en teoría habita el término municipal- como el que un mayor incremento porcentual ha experimentado en Pontevedra en un período de apenas dos años. Este aumento alcanzaba los 294 votantes el 1 de marzo pasado, fecha en la que se cerró el censo oficial para la cita con las urnas de mayo. En términos relativos, se trata de una subida de un 8,2% que no tiene parangón en ningún otro punto del territorio pontevedrés. El grupo de municipios que le siguen en este particular ránking se colocan a considerable distancia. Así, los electores domiciliados en Salceda de Caselas crecen un 5,8%, los de Gondomar lo hacen en un 5,5% y los de Poio, en un 3,6%. En realidad, sólo ayuntamientos como Ames, ya en A Coruña, pueden presumir de mostrar unas cifras superiores a las de Ribadumia, con un tirón del 9,4%. Claro que el contraste requiere notables matices, por cuanto Ames juega en el cinturón metropolitano de Compostela, con localidades dormitorio tan pobladas como Milladoiro o Bertamiráns. En tales circunstancias, no hay, en la comarca de O Salnés, un ejemplo siquiera parecido. Vilagarcía, que experimenta un incremento del 2%, crece a un ritmo cuatro veces inferior. Al igual que Sanxenxo, que ofrece un 1,78%. El resto de los municipios arousanos navegan en una parálisis práctica desde el 2005, con ligeros medres o descensos apenas perceptibles, en el número de sus vecinos con derecho a ejercer el voto. Entretanto, el padrón de habitantes, medida del número de vecinos que posee un ayuntamiento determinado, también va al alza en Ribadumia. Pero menos. El último dato oficial, correspondiente al 2006, habla de 4.529 ribadumienses, lo que supone un aumento del 4,9% con respecto al momento en el que se celebraron los comicios autonómicos. Es decir, tres puntos por debajo del crecimiento paralelo que exhibe el censo electoral. ¿Qué sucede en la comarca en su conjunto? El censo de residentes sube un 1,3% con respecto a la cita con las urnas del 2005. Pero lo que realmente no para de medrar es el censo de residentes ausentes. Es decir, la nómina de emigrantes que pueden depositar su sufragio en las inminentes municipales. Sus filas se han engrosado en los dos últimos años en 571 personas, un 5,5% más que en el 2005. Queda claro que ni el cambio de gobierno en el Estado ni la irrupción del bipartito en la Xunta han modificado un ápice una tendencia al alza que el sentido común se resiste a aceptar pese a las buenas palabras de la clase política. En mayo podrán votar 10.808 emigrantes arousanos. Más potenciales electores de los que habitan en O Grove o Vilanova. De hecho, Vilagarcía, Sanxenxo y Cambados son las únicas localidades de O Salnés con más votantes que la diáspora. Poco importa que Catoira o Valga pierdan electorado entre sus vecinos si lo ganan -nada menos que un 10,3% en ambos casos- entre el colectivo exterior. Si la idea del nuevo código civil prospera y sus nietos también votan, Argentina pondrá y quitará alcaldes en Arousa.