El último Miudiño de un gran curso

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Xoán A. Soler

Jugadores y técnicos del Obradoiro agradecen que su público nunca se canse de animar

25 may 2018 . Actualizado a las 09:43 h.

El último Miudiño del curso se escuchó más alto que nunca. Afición, jugadores y técnicos cantaron el himno obradoirista con unas gargantas que hicieron temblar las gradas de Sar, el gran templo de un equipo que en casa se siente arropado y muy cómodo, un conjunto que una temporada más cumplió el gran y difícil objetivo de la permanencia, un bloque que durante toda la competición volvió a dar lecciones de compromiso en una liga en la que se manejan presupuestos que no están a su alcance.

Obradoiro y Baskonia disputaron en Sar un encuentro en el que ya nada se jugaban, con dos equipos que cumplieron con antelación sus metas en la liga regular. El Obra jugó un partido muy relajado, con los deberes hechos mucho antes de concluir la campaña, lo que agradeció una fiel hinchada, que disfrutó de este último espectáculo sin presión, con alegría y una gran sonrisa en la cara. La pena es que el resultado, que realmente era lo de menos en esta jornada, se estropeó en los instantes finales. El Obradoiro se despistó un par de minutos y el Baskonia impuso la ley del más fuerte en un duelo muy igualado.

La afición, que despidió al trío arbitral con una potente bronca, que hasta se escuchó en la praza do Obradoiro., ovacionó a los suyos nada más concluir el choque. Los jugadores saludaron desde el centro de la pista, se fueron un rato a los vestuarios y regresaron para el último adiós y para cantar con su parroquia el Miudiño que tanta energía contagia a los obradoiristas. Thomas, el mejor jugador de este Obradoiro, recibió la ovación más fuerte, con el ¡quédate, quédate! como reclamo. Corbacho y Pozas fueron dos de los jugadores más aplaudidos, lo mismo que el máximo artífice de este nuevo éxito, el compostelano Moncho Fernández, el gran capitán de un barco que nunca zozobra.

Compromiso, pasión, sentimiento, son palabras que salieron de la boca de los protagonistas en su mensaje de final de temporada. Sar y la afición son para jugadores y técnicos dos claves de esta gran empresa. «Nos hacen dar el 100 % en cada partido», sentencia el capitán Pozas.