Salvo cuestiones puntuales, el verano ha sido tranquilo. La incidencia más grave ocurrió en la playa de Covas, donde falleció un octogenario, en principio por causas naturales. Barreiros fue sin duda el municipio de la comarca donde se generó más polémica, al retirarle la bandera azul a todas sus playas.
El responsable de los socorristas, Javier Díaz, se mostraba ayer «desmoralizado coa situación que se viviu este ano» y defendía la labor realizada ante las «actitudes de xente determinada», señalando que ante todo primó el criterio de responsabilidad, anteponiendo la seguridad de los bañistas a cualquier otra consideración. Desde este servicio hacían ya balance de estos dos meses. Según explicó Díaz, realizaron 2 rescates con embarcación, 23 sin embarcación, 6 insolaciones, 3 cortes de digestión, 2 quemaduras, 15 cuerpos extraños en ojos, oídos..., 380 picaduras de ariegos, 22 picaduras y lesiones de animales terrestres (abejas, etcétera), 405 heridas y contusiones, 2 hemorragias, 4 torceduras, 12 esguinces, 9 erupciones cutáneas, 1 luxación o fractura, 7 personas perdidas y 6 traslados en ambulancias. Además, destacó las incidencias provocadas por realizar deportes en la playas (3 cortes en Coto, 2 en Lóngara, una contusión estomacal en Reinante y un traslado en Altar por el golpe de una cometa).
En O Vicedo el alcalde señalaba que en todo el verano solo atendieron tres picaduras de ariego (faneca). En Xove calificaban la campaña de «balsa de aceite», sin incidencias y muy pocos días de bandera roja; en Foz no se registraron incidencias graves.