Siguen las negociaciones de los EREs en la fábrica de Viveiro y en Santiago
20 abr 2015 . Actualizado a las 10:03 h.Se acaba el tiempo para negociar el futuro de la plantilla de Vestas. Hoy se inician 48 horas clave que culminarán mañana martes con la asamblea en la que los trabajadores, convocados para las diez de la mañana por el comité, tendrán que decidir con sus votos si aceptan las propuestas realizadas por la empresa o si por el contrario rechazan cualquiera de las opciones que supongan despidos.
Hoy la mesa negociadora continuará tratando de minimizar el impacto de una reestructuración de la plantilla que pretende la multinacional danesa, con un plan de partida que pretende prescindir de 54 trabajadores, con 20 días de indemnización por año trabajado, y aplicar un expediente de regulación temporal de empleo para los 95 restantes durante seis meses, y con incorporación escalonada, en función de las necesidades de producción. El tiempo, dijo Vestas al comienzo del conflicto laboral, que necesita para adaptar la fábrica a la producción del nuevo generador Súper Slim, actuación que llevaría aparejada la inversión de casi un millón de euros.
Desde el principio también el comité apostó por el «cero despidos», cuestionando que se aborde la remodelación del personal antes de conocer el plan de producción futuro. Desconfían además del volumen de trabajo que tendrá la fábrica, «faremos o que nos deixen os chinos». Los representantes sindicales proponen que la totalidad de la plantilla, los 150 trabajadores fijos que hay en la actualidad, afronten un expediente de suspensión temporal y que la incorporación sea rotatoria.
Tras varias semana de negociación se llegó al viernes con tres propuestas, la inicial, y otras dos, que a falta de lo que pueda acontecer en las últimas horas, lleva aparejada una reducción en la cifra de despidos, vinculada en cualquier caso a uno de los aspectos que más critica el comité, la flexibilidad horaria laboral a coste cero. La flexibilidad horaria fue precisamente una de las batallas que libró la plantilla el año pasado, que supuso además la primera huelga en la fábrica de Viveiro.
Las propuestas finales
Las propuestas que tendrán que votar los trabajadores mañana, y siempre que haya acuerdo, establecen los siguientes términos: El despido de los 54 trabajadores con 35 días de indemnización (menos los 9 del almacén que recibirían 20 porque serían recolocados a través de la empresa temporal) ajustando bajas voluntarias, prejubilaciones o recolocaciones en parques o mantenimiento; o rebajar los despidos a 32, con una compensación de los 35 días por año, pero con 177 horas de flexibilidad laboral. Los afectados por el ERE temporal recibirían el 85 % del salario al ir al paro durante los seis meses de aplicación, ya que la empresa ofrece un complemento del 15 %.
Pero hoy también pelearán por mantener los puestos de trabajo en Santiago. Parte del comité acudirá a Santiago para reunirse con la directora xeral de Traballo e Política Social, Carmen Bouso, y abordar el conflicto laboral que arrastran desde hace casi un mes. Una reunión gestionada por el PP que también invitó a participar a la empresa.