Una familia de Viveiro acoge a dos ciclistas que dan la vuelta al mundo

VIVEIRO

La familia de Simón Rúa con Ron Ibarra y Sian, dos ciclistas que pedalearán hasta Hong Kong.
La familia de Simón Rúa con Ron Ibarra y Sian, dos ciclistas que pedalearán hasta Hong Kong. x. ramallal< / span>

Cubano y chino, compartieron su viaje, cocinaron y plantaron guisantes

19 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Educados y encantadores». Así define Simón Rúa, un profesor del IES Vilar Ponte de Viveiro, a los dos huéspedes que estos días ha acogido en su casa.

Se trata de dos ciclistas que están haciendo el Camino de Santiago, pero que se han marcado como objetivo, una vez lo rematen, viajar desde España a Hong Kong en bici. Este es su principal medio de transporte. El viaje, calculan, les llevará alrededor de año y medio.

Los aventureros de esta historia son Ron Ibarra, un cubano afincado en Estados Unidos, donde trabaja para una empresa constructora, haciendo diseño gráfico y de webs. «Nos caímos bien y cuando le expliqué al dueño lo que quería hacer me trató bien», cuenta. De hecho, aceptaron mandarle el trabajo allí donde se encontrara y ahora compagina el pedaleo con las obligaciones laborales. El ordenador viaja con él en la bici.

Su compañero Sian, de origen hongkonés, echó mano de los ahorros que juntó después de trabajar un tiempo en Australia (es doctor de acupuntura y masaje deportivo) para embarcarse en este proyecto de vida.

Lo suyo no es un turismo al uso, es una experiencia más directa con el paisaje y con la gente de los lugares que van recorriendo. El 14 salieron de Barcelona y llegaron a Viveiro el viernes. En principio habían pensado en continuar por el interior, pero un chico de Foz que los alojó (se quedan en casas de familias que los van acogiendo uno o dos días o en tiendas de campaña) les recomendó seguir hasta la ciudad del Landro: «Me gusta muchísimo», comenta Ron.

El encuentro con la familia de Simón Rúa, que incluye a su esposa Manuela y su hija María, parece que resultó muy satisfactorio para ambas partes. Sian se ocupó de los fogones y preparó comida vegetariana para sus anfitriones (arroz con verduras, tortilla al vapor...). A los viveirenses les parece una experiencia estupenda. Cuenta Simón que llegaron a su casa por casualidad, derivados por otro ciclista conocido que estaba operado y que era el que en principio iba a darles cobijo. Dice que conocerlos fue «un choque gordo. Esa necesidade de levantarse e traballar non a teñen eles, porque a viaxe que levan vai para dous anos e reducen as necesidades ao mínimo, se fixan en cousas que para nós pasan desapercibidas», cuenta Simón Rúa.

Ayer tenían previsto seguir por la costa hacia Espasante, para conocer el cerdo y los acantilados de Loiba. Pero se trastocaron los planes y acabaron acompañando al anfitrión a Ríoxoán (Meira), donde nació, para conocer las granjas de ganado y plantar guisantes en el huerto familiar. Rúa señala que los visitantes «acopláronse perfectamente, non meten a pata en nada, fan o que ven. Si deixas a roupa alí eles tamén. Dormen no seu sacos, fan a comida. Moi ben. A experiencia para a miña filla, moi boa, porque coñece xente distinta. Son súper tranquilos, non saben o que é a prisa». Hoy seguramente que Ron y Sian seguirán su camino. Les pueden seguir en bikeforward.com