Roberto Pernas hijo: «?Cañagüeca? fue un crack hasta el final»

María Cuadrado Fernández
MARÍA CUADRADO VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

El singular sepelio del taxista Roberto Pernas tuvo una gran repercusión en la comarca

01 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

uno de los taxistas más conocidos de A mariña quiso un entierro con música y CON comida familiar

La noticia de la muerte y las últimas voluntades de Cañagüeca, Roberto Pernas Louzao (Valcarría-Viveiro, 1935) tuvo ayer una gran repercusión en A Mariña. La información de La Voz recogía aspectos de la vida de uno de los taxistas más conocidos a nivel comarcal y también en otras poblaciones gallegas, sobre todo costeras. «Genio y figura hasta la sepultura», era uno de los comentarios que circulaban ayer por las redes sociales al hilo de la noticia sobre el sepelio del taxista, que falleció a los 79 años y fue enterrado el domingo en A Rigueira (Xove). Dejó por escrito sus últimos deseos.

Amigo de la música de muiñeira y de pasodoble, pidió que las gaitas animaran su despedida y que fueran sus amigos quienes le llevaran hasta el cementerio. Cañagüeca, taxista que compartió viajes con cientos de mariñanos, incluidas parturientas camino del hospital de Lugo, no quiso velatorio ni rosario ni flores. Le indicó a su hijo Roberto y a su nuera cómo debía ir vestido y les conminó a celebrar una comida en la cocina «para xarrear y comer». Les pidió que compraran jamón, vino y cervezas. Roberto Pernas hijo reconocía el lunes que su padre, pese a la enfermedad, había sido un ejemplo de valor y de coraje. Ayer, públicamente en La Voz, escribía el comentario que se escuchaba en la calle: «Fue un crack hasta el final».