Piden cárcel para dos acusadas de llevarse 144.000 euros de una anciana ribadense

La Voz RIBADEO / LA VOZ

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Fiscalía afirma que se aprovecharon de su desamparo

26 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En la Audiencia provincial se sentaron ayer en el banquillo (el juicio continuará en abril) dos mujeres acusadas de quedarse con más de 144.000 euros de una anciana. A una de ellas le pide Fiscalía una pena de tres años de prisión y multa de 9 meses a razón de 10 euros diarios como presunta autora de un delito de estafa y, subsidiariamente, de apropiación indebida. Y a la otra le pide Fiscalía cinco años de prisión y multa de diez meses a razón de 30 euros diarios, por un presunto delito continuado de estafa y, subsidiariamente, de otro delito continuado de apropiación indebida.

Además, pide que en concepto de responsabilidad civil indemnicen a la denunciante, que representa el letrado Ismael Awad, con 33.024 y 111.557 euros, respectivamente.

Es, aproximadamente, la cantidad de la cual se habrían beneficiado ambas mujeres, al quedarse con casi todo el dinero de la anciana. Dice el fiscal que aprovecharon la situación de desamparo en la que esta se encontraba ya que no se hablaba con su hija para conseguir que las pusiera de cotitulares o autorizadas en las cuentas bancarias. Y afirma el escrito del Fiscal que las acusadas también se pusieron de acuerdo para disponer de la cantidad que tenía en una cuenta de valores en un banco de Ribadeo. Según el fiscal, fue llevada a que firmase la venta de esas preferentes incluso varios días después de que fuera declarada legalmente incapacitada en el Juzgado de Mondoñedo.

Aparte de vender y quedarse con ese dinero de las preferentes, una de ellas, según Fiscalía, retiró diversas cantidades de otra cuenta de la anciana.

La causa judicial contra las dos acusadas se abrió después de que la hija, una vez que fue declarada incapaz su madre, se percatara de que su progenitora había pasado de disponer de más de 140.000 euros en el banco a quedarse con poco más de dos mil. Ese dinero, más los 600 que cobraba de una pensión, constituía, al parecer, el único dinero del que disponía en la última época de su vida la fallecida y los 600 iban destinados a pagar el asilo donde estaba ingresada. El juicio seguirá en abril, porque falta por declarar un testigo.