Fue el propio presidente del Gobierno gallego el que ayer reconoció que el Hospital da Costa registra una presión asistencial que va en aumento. Repasó las gestiones realizadas y anunció el inicio de la cuenta atrás. Reconoció que convertir un edificio vacío, como el HULA, y convertirlo en un hospital y equiparlo costó 40 millones de euros «a todos os galegos». Y a ese hospital de Lugo irán los primeros aceleradores que adquirirá el Sergas, que invertirá 88 millones en la compra de equipamiento y tecnología sanitaria. Lo anunció en Burela, tras destacar que su Gobierno trató de blindar la sanidad pública en plena recesión económica.
Por su parte, el alcalde burelense, José González, recordó que la anunciada será la segunda ampliación que se ejecuta en el hospital; la primera -indicó- de 3 millones fue impulsada por Manuel Fraga. No pasó por alto la ausencia ayer de regidores mariñanos: «Quizais algúns deberan ter optado por estar aquí, esquecerse do pasado e facer como fan os servidores públicos que actúan con sensatez e rigor».
Críticas al presidente
Desde CIG-Saúde calificaron ayer de «vergoñenta e cobarde» la visita de Feijoo al hospital «pola porta de atrás para evitar os apuros e berros das traballadoras do centro». Recuerdan que éste es el tercer plan director que se ejecuta «sen que ningún culminase en ampliación».