«Puede que superase los 500 goles, y fallé tantos o más de los que metí»

Iván Díaz Rolle
I. DÍAZ ROLLE VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Kiko Rey vuelve a trabajar en la cantera mariñana, en la que «hay talento para llegar a Primera»

05 abr 2020 . Actualizado a las 18:51 h.

El nombre de Kiko Rey (Viveiro, 1967) se desliga de nuevo de la primera plana del fútbol mariñano. Tras un año al frente del Xove Lago el exfutbolista viveirense vuelve a la cantera xovense debido a su decisión de no obtener el nivel 1 ni el 2 de entrenador. «Ya viví todo lo que tenía que vivir en el fútbol», explicó un hombre que, como jugador, defendió la camiseta de doce equipos: Viveiro, Real Madrid, Lugo, Racing de Ferrol, As Pontes, Salamanca, Almería, Cultural, Eibar, Logroñés, Ourense e Iberia

-Vaya trayectoria la suya...

-Sí, es lo que me gusta y no lo habría cambiado por nada, pero el fútbol a ese nivel es mucho más sacrificado de lo que la gente piensa. Estás atado, no tienes un solo fin de semana libre, tienes que seguir una disciplina, las pretemporadas, los viajes... Lo viví como jugador y no estoy dispuesto a vivirlo como entrenador, porque tengo un trabajo y una familia; otras cosas a las que atender.

-¿Recuerda su último partido?

-Sí, fue en Cantarrana y defendiendo la camiseta del Viveiro, como siempre quise. En Preferente. No fue frustrante, sabía que era el último, pero fue uno más. Para todo hay un comienzo y un final.

-Sus inicios también están muy ligados a Cantarrana.

-Me siento orgulloso de haber empezado y terminado en el Viveiro. Tenía 14 años cuando empecé a jugar en los juveniles y en el equipo de Tercera.

-Poco tardó en fijarse en usted el Real Madrid, ¿cómo fue aquello?

-Tenía solo 16 años, era un niño, y aquello tuvo muchísima repercusión. No todos los días el Real Madrid viene a buscar un jugador a Viveiro. Es un orgullo. Llegué allí con unas expectativas inmensas, con ganas de comerme el mundo. Pero después viene la realidad: estás en el mejor club del mundo, con los mejores futbolistas del mundo y la competencia es brutal. Hacerse un hueco en esos equipos es muy complicado.

-¿Lo pongo en un aprieto si le pregunto cuántos goles marcó en su carrera deportiva?

-Bufff... Nunca me paré a contarlos. Puede que no sea exagerado decir que superé los 500 goles, pero también fallé muchos. Uno se acuerda de lo bueno y no de lo malo, pero seguro que fallé tantos o más de los que metí.

-¿Hay alguno que recuerde con mayor cariño?

-Le di la misma importancia a cada gol porque es la máxima del fútbol. Me preguntan mucho por el que le metí a Zubizarreta. Tuvo repercusión porque fue uno de los mejores porteros del mundo, fue un honor enfrentarme a él. Pero, como gol, uno más.

-¿Y un partido?

-El del ascenso con el Salamanca. Veníamos de perder 0-2 en la ida con el Albacete; nadie se imaginaba que ganásemos 0-5. Jugar en Primera División es algo que marcó mi carrera, un sueño cumplido, y solo dos años antes estábamos en Segunda B. Fue mi mejor etapa deportiva.

-¿De los equipos por los que pasó a cuál guarda más cariño?

-Al Viveiro, siempre. Pero me quedo más con las personas que componen los equipos que con los clubes. Guardo grandes amistades, gente de la que aprendí muchísimo y con la que disfruté.

-Trabaja con la base mariñana, ¿ve posibilidades de que alguien siga sus pasos?

-Sí, sin duda. Aquí hay mucha calidad, hay talento para llegar a Primera. De hecho hay ya muchos jugadores fuera. Veo muchas posibilidades a Aldán Naval, ahora en el cadete del Celta; lo sigo desde pequeño. Pero luego la competencia es muy dura y hay que estar en el momento y en el lugar exacto.

-¿Qué condiciones debe reunir un buen delantero?

-Olfato de gol y colocación. El delantero funciona a menudo por intuición.

-Con sus condiciones, ¿tendría cabida en el fútbol actual?

-La máxima del fútbol es conseguir el gol, así que supongo que sí. El delantero centro no es un puesto tan definido como antes, pero aún quedan muchos nueves rematadores, fuertes, que fijan a la defensa.

-¿Qué es jugar bien al fútbol?

-Jugar fácil, no complicarse, saber qué tienes que hacer en cada situación.

-¿Jugar mal y ganar o jugar bien y perder?

-Jugar bien y perder. Habría que erradicar la competitividad del fútbol base.

«¿Un equipo? El Viveiro, pero soy más de las personas que los forman

que de los clubes»