Más de 86.000 entradas en 4 días avivan el tirón del Resu en Viveiro

s. serantes VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

Crece un 7 % y confirma que «la sinergia pueblo-festival es cada vez mayor»

11 jul 2017 . Actualizado a las 08:20 h.

Con los hermanos Iván y David Méndez al frente de la organización, el duodécimo Resurrection Fest se ha cerrado con «86.475 asistentes, una nueva cifra récord para Viveiro y para nosotros». Cuando «la sinergia pueblo-festival es cada vez mayor», uno de los referentes europeos de la música extrema ha crecido un 7 % respecto al año pasado, cuando la organización registró 80.452 entradas en los tres días principales y en los conciertos de calentamiento del miércoles.

La cifra de asistentes al festival no es igual a la de las personas que ha atraído el Resu. Los 86.475 asistentes de este año son la suma de todas las entradas vendidas para los cuatro días. Como un espectador puede comprar una para los tres días principales, computa como tres asistencias. También se expidieron entradas diarias, incluído el miércoles. Solo la organización maneja los detalles, pero el miércoles hubo menos conciertos y menos público, y el viernes tocó techo con el espectáculo de Rammstein.

Con la referencia de estimaciones oficiosas que sitúan en cerca de 30.000 los espectadores que pudo atraer la banda alemana el viernes, esa cifra da idea de cuánto significa el Resu para Viveiro y A Mariña, con 72.000 habitantes censados. También se extiende a Ortegal el impacto económico de lo que los organizadores definen como un «festival independiente que se celebra en una localidad pequeña como Viveiro, y eso nos hace especiales».

La empresa privada que hace realidad el Resu también sintoniza con el público cuando dice que, «más que un festival, es una experiencia, un punto de encuentro entre amigos en un paraíso musical y natural, para toda la familia». Felicita a los asistentes, «el mejor público del mundo, por vuestro comportamiento, civismo generalizado y ganas de pasarlo bien». Agrega que Viveiro es «la capital y hogar de la música extrema gracias a la amabilidad y hospitalidad de los vecinos de Viveiro y, en especial, a los de Celeiro». También da las «gracias a todos los profesionales que trabajan en el festival», y confirma que preparan la edición del 2018, «que será épica».

Personal municipal atendió a los fans, ayudó al festival y sigue limpiando

Con los medios y el personal disponible, el Concello de Viveiro ha vuelto a volcarse con el Resurrection Fest. «Foi máis difícil, porque temos moi pouco persoal», según el teniente de alcalde Jesús Fernández Cal. Aun así, empleados municipales colaboraron con los organizadores en diferentes aspectos del montaje. De martes a domingo, también atendieron durante las veinticuatro horas los váteres públicos del parque Pernas Peón, donde estaba la mayor zona de acampada gratuita. Otro se ocupó de las duchas del campo de fútbol de O Cembedo, abiertas a los fans del festival, y de las del pabellón Antonio Tarrío estuvo pendiente un empleado de la organización.

El edil Fernández Cal también explica que doce trabajadores limpiaron diariamente las zonas más concurridas, como el parque Pernas Peón, donde la tarea se complicó porque estaba atestado de tiendas de campaña. Como ayer acabó el permiso para acampar en espacios públicos, retiraron los restos y hoy prevén dejar listo el parque Pernas Peón.

Buen negocio para hostelería y comercio, que abogan por celebrarlo al empezar julio

Horacio Albo, presidente de Centro Comercio Comercial Histórico de Viveiro, y José Manuel Vázquez, presidente de Beiras de Viveiro, confirman que el Resurrection Fest ha vuelto a ser un buen negocio para la hostelería local, y ha repercutido en las ventas del comercio. Alojamientos hosteleros llenos, restaurantes y bares a rebosar y listas de espera para comer ratifican que el festival multiplica facturaciones.

Albo y Vázquez también coinciden en que el viernes, por el concierto de Rammsteim, Viveiro estuvo más atestado que en ninguna otra edición. Jueves y sábado, los otros dos días principales del Resu, se repitió una afluencia alta. Vázquez constata un «incremento moi grande desde o luns ao xoves, con máis xente que o ano pasado». Confirma que los asistentes al festival prolongan sus estancias y aprovechan para conocer Viveiro.

«Como todos los años, el Resu es un pistoletazo de salida que anticipa el verano, se mueve más el pueblo», explica Albo. Vázquez sitúa desde la mañana hasta media tarde la presencia de fans del festival en zonas hosteleras y comerciales, «e compensa con creces que nas horas punta dos concerto da noite haxa menos porque están no festival».

Sobre las fechas del festival, Vázquez no duda: «Que siga a principios de xullo, en agosto non temos máis capacidade».