«Trato temas que son del día a día y que nos tocan de una forma u otra»

Yolanda García Ramos
yolanda garcía VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

david rodriguez casas

Acaba de sacar nuevo videoclip, «Déjame volar», que puede verse ya en YouTube

20 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Somos efímeros como el viento». Con esa frase y la imagen de un viejo reloj abre un nuevo y exquisito trabajo que firma el artista multidisciplinar viveirense David Catá, responsable de las partes visual y sonora del videoclip Déjame volar. Somos testigos de un talento que de nuevo no deja lugar a dudas, con el regalo que supone disfrutar de creaciones suyas como esta última a través de su canal de YouTube y redes.

-Es reciente este proyecto audiovisual, ¿verdad?

-He colgado el vídeo en mi canal de YouTube y en Facebook. Se titula Déjame volar y nace a raíz de un proyecto artístico que se llama igual, compuesto de fotografía y objeto intervenido, con objetos personales que intercambio con dientes de león.

-A todos de niños nos gustaba soplarlos para pedir deseos. Ya que ha trabajado con tantos dientes de león, se le suelen cumplir?

-(Ríe) A veces sí, a veces no.

-¿Cómo ha sido el trabajo creativo de «Déjame volar»?

-Me metí en un proyecto musical y lo que intento es, a cada proyecto mío artístico, dotarlo de sonoridad. Para cada proyecto fotográfico compongo una melodía y la acompaño de un vídeo que aborda ese tema. En este caso, lo grabé en casa de mis abuelos y me gustó ese espacio. Se están retirando objetos, muebles... es un espacio que se deja por su ausencia, queda el espacio vacío y con esos recuerdos. Me gustaba trabajar en el por ese vínculo emocional que tengo y tenía mucha relación con el proyecto Déjame volar, con los recuerdos que de alguna forma quedan.

-El apego al pasado, ¿no?

-Hay una frase al principio que dice que ‘en un intento frustrado intento dejarte volar pero vuelves a mí en forma de dolor’ por la imposibilidad de un pasado irrepetible. En el vídeo aparecen escenas de la casa mientras toco el piano, y aparecen dientes de león. Y el final es... como mágico! Al final, en mis trabajos trato temas que son del día a día y que nos tocan de una forma u otra.

-¿Se ve como un «influencer» en el plano artístico?

-(Ríe) Yo creo que no, no tengo muy claro lo que es ser influencer... Simplemente soy yo, trabajo, hago lo que me gusta y si se puedo influir o no, es decir, tocar al público, es lo que busco.

-¿Qué le ha comentado algún seguidor de su obra?

-Me tienen dicho de todo. Me gustan aquellas personas que en un primer momento, cuando ven mi trabajo, entre comillas les choca o causa un rechazo pero una vez indagan, me escriben y me dan las gracias por haberles llegar tan hondo porque ese ‘rechazo’ les hizo profundizar.

-Parecido a un coach, vamos.

-Bueno, no dejas de estar trabando temas sensibles.

-¿Cuántas ideas pululan a diario por su cabeza de artista?

-Tengo tantas, que no tengo tiempo a nada! Estoy trabajando en varios proyectos fotográficos, con su respectivo vídeo y música. Espero sacar un par de ellos.

-¿Qué rentabilidad recibe?

-Primero, expresarme. Con el grupo Hotel Venecia, mover el tema musical por diferentes lugares. En el vídeo Déjame volar, toca el violín Juan Cabalar. También me gustaría proyectar los vídeos en los conciertos, que de alguna forma al escuchar la música se relacione con él.

-¿Cómo se presenta el verano?

-Superpotente! Tengo un proyecto grande, estoy preparándome para entrar en el Superior de Composición, estudiar piano, armonía...

-¿Qué tal duerme?

-Prácticamente no duermo. Sí que es cierto que últimamente me meto en la cama y quedo k.o. y al rato despierto y la cabeza no me deja descansar... Tengo una constante ebullición de ideas.

-¿Cómo atrapa esa inspiración?

-Antes tenía una libreta y anotaba. Ahora con el móvil grabo.