La evolución de Alexia ha sido muy positiva, tras años de lucha han conseguido que lleve casi una vida normal. Ahora incluso anda en bicicleta, come, ya no necesita pañal...Va al colegio en Alfoz. El problema, dice, es que continúa sufriendo ataques y tiene que estar acompañada las 24 horas del día. «Tivemos sorte de que Alexia recuperou moito, e sempre está contenta, ríndose. É feliz, que é o que máis importa», señala Fernanda.
Siempre de guardia
La alfocense vive pendiente de la pequeña. Si ha sufrido una crisis fuerte y la llaman del colegio, acude. Conseguir una cuidadora para que atienda a su hija en el centro educativo fue otra lucha que libró en su día y que ganó. Ahora, unidos con el resto de las familias afectadas, esperan conseguir también sensibilizar a la sociedad para lograr que esta enfermedad se estudie. Fernanda insiste que el Síndrome de Fires afecta a chicos a niños que gozan de una salud normal.