Tras media temporada sin apenas minutos en el Ribadeo, volvió a casa y con 19 goles acerca al «Sanci» a la salvación
30 mar 2017 . Actualizado a las 21:26 h.Borja Mella (San Cibrao, 1993) dio otro clínic de lo que debe hacer un buen delantero en el San Ciprián 4-3 Foz. Los hombres de Gayol no le dejaron ni respirar, pero transformó en gol sus dos oportunidades y también mandó un libre directo al poste. Fue la enésima demostración del dulce momento que vive el ariete zurdo en su regreso a casa. Tras medio curso casi inédito en el Ribadeo, ha recuperado la confianza y ya suma 19 tantos en el camino de su equipo a la salvación.
-¿Ven cerca la permanencia?
-Todavía queda. Pueden bajar cinco por los arrastres, y aunque tenemos cinco puntos de margen, el calendario es complicado. Jugaremos contra la Residencia y también contra rivales directos como el Páramo allí.
-Es difícil entender la transformación de este San Ciprián, que parecía condenado.
-No es cuestión de nombres propios, sino del trabajo de todo el equipo. Comenzamos intentando jugar desde atrás, perdíamos muchos balones y encajábamos con facilidad. Ahora tomamos menos riesgos, defendemos mejor y somos más verticales.
-Mucha culpa tendrán también sus goles...
-La gran diferencia es que estamos defendiendo mucho mejor. Los goles solo son importantes si valen para sumar puntos.
-Lleva 19, ¿a cuántos llegará en las seis jornadas que restan?
-Me da igual mientras sean suficientes para salvar al San Ciprián.
-¿Está en su mejor momento?
-Por números tuve otros años mejores, en juveniles y en Segunda Autonómica. Es cierto que ahora me veo más hecho, tengo confianza y las cosas me salen bien.
-Le costó recuperar el ritmo tras media temporada casi inactivo en el Ribadeo...
-El ritmo se recupera con trabajo, es cuestión de semanas. Lo peor fue la confianza, porque en Ribadeo no me sentí importante.
-¿Se arrepiente de ese fichaje?
-No. Allí aprendí muchísimo. Disfruté de cada minuto que jugué y me sentí arropado y a gusto con mis compañeros. Me gustaría haber jugado más, pero entiendo que la situación clasificatoria era complicada y yo era un chaval de 22 años que llegaba a Tercera tras haber pasado solo un año en Primera Autonómica.
-No sería extraño que el próximo año lo vuelva a tentar algún equipo de categoría superior. ¿Descarta moverse del San Ciprián?
-Cuando te llaman equipos importantes es porque estás trabajando mucho y bien. Es difícil que se fijen en ti y por eso siempre hay que valorarlo. De ahí a moverme... En el San Ciprián comparto vestuario con los que son mis amigos desde hace mucho tiempo y soy feliz. Y así es mucho más fácil que salgan las cosas.