Más de 500 agricultores de A Mariña deberán levantar sus cultivos de patata

Adiós a la patata de A Mariña, al menos durante dos años. Ayer entró en vigor el real decreto del Ministerio de Agricultura con las medidas para combatir la plaga de la polilla guatemalteca, que estipula que en las parcelas declaradas infestadas «se prohibirá la plantación de cultivos de patata durante un período mínimo de dos años. Transcurrido este plazo, la autoridad competente valorará la situación de la plaga, en especial si no se ha conseguido alcanzar el objetivo de la erradicación, y podrá prorrogar el período de vigencia de esta prohibición». Y toda A Mariña es zona infestada. No habrá que esperar, pues, a que la Xunta lo ratifique en las medidas complementarias que prepara para desarrollar el decreto. Ayer lo manifestó a La Voz la directora xeral de Gandería, Agricultura e Industrias Alimentarias de la Xunta, Belén do Campo (se ofrece más información en la sección de Economía).

Y no solo eso. La patata «de cedo», la que estaría próxima a recolectarse, deberá ser levantada y retirada en toda la comarca. La tarea corresponderá a las personas que las plantaron. Hasta la semana pasada se habían declarado en las oficinas de la Xunta casi medio millar, pero sin duda son más. Sus propietarios aún podrán seguir registrándolas en los próximos días y con ello evitar exponerse a multas y beneficiarse de las indemnizaciones que articulará la Xunta de Galicia y el Principado de Asturias (su pretensión es que sean las mismas en ambas comunidades).

Así se estipula en el real decreto del Ministerio de Agricultura: «Se desenterrarán todas las patatas de las campañas anteriores, mediante un pase de arado, y se eliminarán los rebrotes de patata, que aparezcan durante el período de prohibición del cultivo de patata. Además, todas aquellas plantaciones de patata existentes en el momento de entrada en vigor de este real decreto, y que se declaren dentro de una zona infestada, serán desenterradas bajo control oficial en el período de tiempo más corto posible».

Más medidas

Otras medidas que se deberán aplicar a lo largo de A Mariña en las plantaciones, estipuladas en el real decreto y que por lo tanto prevalecen sobre la normativa autonómica de la Xunta, son: «Se colocará una red de trampas de feromona sexual específica que se mantendrá al menos durante dos años»; se restringirá el movimiento del tubérculo, y se deberán realizar tratamientos fitosanitarios «con materias activas autorizadas en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios para el cultivo siguiente (distinto de patata) antes de su plantación o cualquier otro tratamiento que demuestre similar eficacia y que sea autorizado por el Comité Fitosanitario Nacional».

"Queremos activar o plan canto antes"

Belén do Campo, la directora xeral de Gandería, Agricultura e Industrias Alimentarias, avanzó ayer que desde la Xunta se intensificará la información a través de las oficinas de Estructuras Agrarias para que una vez se publiquen las normas que desarrollan el decreto, con las medidas a tomar por los agricultores, la recogida de almacenes.. las numerosas dudas existentes se disipen. «Queremos activalas canto antes», manifestó, para que los productores sepan a qué atenerse y cumplan.

Ya no se puede almacenar el tubérculo, ni siquiera para autoconsumo

La Xunta quiere publicar cuanto antes, a ser posible la próxima semana, el programa para eliminar la patata existente. Será entonces cuando supuestamente la normativa se comenzará a aplicar con rigor. Pero si nos ceñimos a lo publicado en el real decreto, en teoría desde ayer las centenares de personas que cultivan patata para autoconsumo y que tienen puntos de almacenaje ya no pueden guardar la patata que cultiven. Para estas instalaciones rigen las siguientes normas: «No se permitirá el almacenamiento de patatas originarias de zonas infestadas; se desinsectará el suelo, las paredes y el techo con materias activas autorizadas en el Registro de Biocidas, y se ventilará adecuadamente antes de entrar; se destruirán los sacos y embalajes que hayan estado en contacto con las patatas contaminadas o en la misma estancia, y se instalarán trampas».

El real decreto también estipula una serie de normas para los puntos de almacenamiento contaminados, como colocar mallas tupidas en huecos y ventanas; un sistema de doble puerta o similar en la entrada; desinfectar el suelo, las paredes y el techo; se deberán evitar grietas donde pueda refugiarse la polilla; limpiar las máquinas de manipulación; destruir los sacos y embalajes que hayan estado en contacto con las patatas o en la misma estancia, y se instalarán trampas con feromona sexual específica para la captura de Tecia. Si en tres meses no se detecta alguna se permitirá la entrada de patata para su comercialización como patata de consumo. Y si no se detecta en un año se podrá guardar patata de siembra.

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