Viveiro pagará 250.000 euros para salvar del derribo 11 pisos habitados

s.s. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

x.f.r

Demolerá el ático de un edificio sentenciado por exceso de altura hace veinte años

08 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante el 2017 acabará la compleja situación de once familias de Viveiro que desde hace veinte años tenían sentenciadas sus viviendas. Los pisos se salvan del derribo, podrán seguir habitados y serán legalizados. Con la conformidad del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), el Concello cumplirá parcialmente la condena por el exceso de altura. El Concello desembolsará el próximo año 250.000 euros para demoler el ático y el tejado del edificio, y para realojar temporalmente a los vecinos afectados.

Aún no hay fecha para las obras, pero sí dinero, en el presupuesto municipal del 2017. De los 250.000 euros, unos 150.000 será para derribar la parte superior del edificio 48-50 de la calle Nicolás Cora, en O Valado. Con esa reducción de volumen, la situación urbanística del inmueble será regularizada. María Loureiro, alcaldesa socialista de Viveiro, avanza que convocarán a los vecinos para programar el derribo.

El Concello paga porque lo autorizó

A raíz de la denuncia de un particular, el TSXG condenó al Concello de Viveiro a demoler las tres últimas plantas del citado edificio, lo que dejaba a once familias sin casa. El inmueble se construyó a finales del siglo pasado, con una licencia del Concello, otorgada por el gobierno local del PP. A principios de esta década, el denunciante pidió al TSXG que ordenase al Concello cumplir la orden de demolición. El anterior alcalde socialista se negó y el TSXG lo multó. Hace tres años, ese tribunal rechazó un recurso del particular que denunció el exceso de volumen, con lo cual quedó libre el camino que ahora permite cumplir parcialmente la sentencia.

«En lugar de buscar culpables, buscamos soluciones». La alcaldesa resume así el desenlace de un conflicto urbanístico que ha tenido en vilo a los 24 propietarios del citado edificio de O Valado, pero, sobre todo, a los 11 sobre cuyos pisos pesaba la orden judicial de demolición. No será igual que ahora, pero conservarán sus viviendas.