En el 2011, al año siguiente de que la UE denunciase a España por no garantizar el saneamiento de la ría de Viveiro, el Gobierno gallego se excusó diciendo que en el 2015 preveía acabar con la contaminación. Entonces se anunció una inversión de cinco millones de euros. Nada se supo hasta el pasado septiembre, cuando la conselleira de Medio Ambiente firmó un convenio en Viveiro con el Concello. Los cinco millones del 2011 se quedaron en tres millones, para el saneamiento de Celeiro y Area y para mejorar la estación depuradora de aguas residuales de Viveiro.
Ese compromiso se plasma en el presupuesto de la Xunta para el próximo año, cuando dedicará 1.050.000 euros a unas obras valoradas en 3.000.002 que, si se cumplen las previsiones, rematarán dentro de tres años, en el 2019. El anuncio de que licitarían ahora aún no se ha cumplido.