El sector, según su presidente, necesita mano de obra cualificada y propone un ciclo de FP específico
15 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Daniel Díaz Ramos lleva casi un año al frente de la Asociación Provincial de Primera Transformación de la Madera, que aglutina a 231 socios, un sector que representa el 42% de la madera cortada en Galicia y el 25% de España. Díaz es consciente del gran desconocimiento que existe sobre una actividad que, solamente en las subasta de madera que se celebran en la provincia, mueven 3,5 millones de euros y representan el 2% de un volumen de un negocio que ronda los 178 millones.
-¿Cómo está el sector?
-No voy a decir que seamos de los mejores, pero sí que figuramos entre los mejores. En los últimos años se hicieron las cosas bien. Las empresas están altamente cualificadas, con maquinaria de última tecnología, algo que fue necesario para alcanzar las cifras de negocio de las que estamos hablando. El 42% de los datos de Galicia -con un volumen de cortas de 8,25 millones de metros cúbicos, una facturación de 1.566 millones de euros, de los que 768,1 fueron en exportaciones- son directamente imputables a la provincia de Lugo , donde se corta la cuarta parte de la madera de España.
-¿La administración reconoce este peso?
-La tendencia parece que está cambiando. Tenemos confianza en que las cosas sean diferentes a partir de ahora. Para que el sector sea competitivo y para su internacionalización es necesario que las administraciones se implique y que apoyen medidas directas, como una menor carga administrativa. Necesitamos la ventanilla única porque no podemos permitirnos esperar por hasta quince permisos diferentes de otros tantos organismos. (...)
-¿Cuál es el principal problema?
-Uno de los principales es la propiedad. La dimensión media de las parcelas ronda 0,25 hectáreas y un total de 1,5 hectáreas por propietario. Para poder sacar esta madera de los montes hacen falta 15 permisos. La asignatura pendiente sigue siendo la concentración parcelaria. Nos resulta muy complicado poder competir con una parcela en Latinoamérica de mil o dos mil hectáreas, para la que solamente se necesitan dos permisos. En Lugo, además, tenemos 168.000 hectáreas de superficie forestal sin aprovechar. Su puesta en valor sería altamente beneficiosa para todo el sector, para frenar el abandono rural y para reducir los incendios forestales. (..)
-¿En la polémica globulus nitens, cuál es su apuesta?
-Soy consciente de que hay maderistas que discrepan, pero creo firmemente que plantar globulus es blindar al sector. En los últimos años, en este no tanto, el hábito ha sido repoblar con nitens, algo que para mi forma de ver las cosas fue un error, al menos en A Mariña. En terrenos por encima de los 400 metros es indiscutible que hay que hacerlo. Con el globulus, insisto, blindamos el sector. Del nitens desconocemos sus consecuencias. En mi opinión hay que facilitar los medios para que se plante globulus con tranquilidad. Uno de los principales problemas es el ataque goniptero, tanto para la administración, como para la industria, como para nosotros. Se debería eliminar de una forma razonable y sostenible para poder plantar globulus con las debidas garantías. Hablamos de que puede reducir el crecimiento en un 80%».(...)
-¿Cómo son sus relaciones con la Universidad?
-Muy buenas. Pero quiero poner de manifiesto que ahora mismo necesitamos operarios forestales formados: chóferes de autocargadores, de procesadoras, motoserristas. La maquinaria es de alta tecnología y sería interesante que hubiera una rama de Formación Profesional, relacionada con mecanización, que hoy no existe. Nos encontramos con muchos titulados universitarios, pero carecemos de mano de obra cualificada y la necesitamos.