Mariñanos en Tampa, y una réplica de la Torre de Hércules

La Voz

A MARIÑA

02 nov 2016 . Actualizado a las 09:50 h.

Los emigrantes mariñanos en Tampa (Estados Unidos) están enterrados en los dos cementerios que tiene el Centro Español para sus asociados. La colonia gallega está integrada en él y formada, exclusivamente, por emigrantes de A Coruña _de Ortigueira, Ferrol, Mugardos, Brión y Negreira_ y Lugo. Los lucenses son todos de A Mariña. En concreto de Ribadeo, Barreiros, A Pontenova, Foz, Lourenzá y Viveiro.

El Centro nació como sociedad de ayuda mutua en 1891. En 1904 inauguró una necrópolis, llamada ahora Cementerio Viejo. Entre sus primeros enterramientos figuran tres mariñáns: Francisco Salgueiro, en 1905, Nicolás González López en 1906 y José Maseda Méndez que nació en Ribadeo en 1862, emigró a Cuba y luego a Tampa en cuyo camposanto fue enterrado en 1908.

Ese cementerio acoge a 1.718 españoles, un 80% gallegos y asturianos. Algunos colocaron en sus tumbas rasgos identificativos de su origen o de su profesión. La del coruñés Adalberto Martínez _dueño de una fábrica de puros en 1888, presidente del Centro Español y concejal en Tampa_ es la más llamativa.

Al lado de su tumba colocó una réplica de la Torre de Hércules, de unos diez metros de alto, en la que él mismo escribió y grabó en piedra su epitafio: “Torre de Hércules, luminar gigante/ que guía en su ruta al navegante,/ símbolo seas de la patria ausente/ para los que al cerrar su vida errante/ duerman por ti cobijados dulcemente”.

Tras la segunda guerra mundial, el Centro Español construyó un segundo cementerio, el Memorial Park Cementery, que tiene 1.560 españoles enterrados allí.

En una de sus tumbas, Rogelia Fernández Díaz _nacida en Cangas (Foz) en 1894 y fallecida en Tampa en 1992_ hay un recuerdo para su marido _el también cangués José Yáñez_ que era capataz de una fábrica de tabaco en Ibor City y murió acuchillado en 1929 en el curso de una huelga del sector. Yáñez fue enterrado en el Cementerio Viejo en el que también figuran sus tíos Casimiro Yáñez y Teresa Novo.