La granja Pedro Murias sentó las bases del agro comarcal y del grupo lácteo gallego

MARTÍN FERNÁNDEZ RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

Los emigrantes controlaban la fundación y el funcionamiento de la escuela

23 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El día 31 los socios de Os Irmandiños decidirán si se integran en el Grupo Lácteo Gallego, una cooperativa de 2º grado formada por Feiraco, Os Irmandiños, Melisanto y Xallas que agrupa a 4.340 ganaderos, produce 410 millones de litros de leche, elabora 240.000 toneladas de piensos y forrajes, ocupa a 437 operarios y factura 200 millones. La iniciativa reducirá costes y será líder en el mercado, con una cuota del 20%.

El éxito tiene muchos padres. Pero, aquí, los decisivos fueron un emigrante de A Devesa, Pedro Murias; su donación de una Granja Escuela que no logró ser un referente en Galicia pero resultó decisiva en la evolución del agro comarcal y regional; su director, Enrique Suárez Couto; los agricultores pasados y los socios y directivos de Os Irmandiños. Sin ellos, nada habría sido igual. Fueron la base desde la que se está levantando una torre de razón y de firme fe.

Todo empezó con una Granja dedicada a la experimentación agropecuaria y la divulgación entre 1916 y 1936. Un centro que surgió del interés de Murias por poner a disposición de sus compatriotas los avances científicos referidos a la agricultura que les ayudara a ser competitivos y a labrarse un futuro.

Su primer director fue el ingeniero agrícola ribadense Enrique Suárez Couto. Era hijo de Juan Suárez Casas _nieto del banquero Antonio Casas_ que había estado un tiempo en Cuba trabajando como médico y tenía la confianza de Murias.

Cruces con raza alpina

Su hijo Enrique dirigió la Granja entre 1918 y 1923 y marcó su rumbo. Le dio orientación ganadera frente a la agrícola. Creía que su labor era estimular a los agricultores para cambiar los sistemas de cultivo y los métodos de cría para mejorar el ganado y enfocarlo a lo que preveía iba a ser su futuro: la producción láctea. Para él, era un error dedicarse al engorde de terneros para consumo porque no era rentable al ser el precio de carne entonces a 0,75 pesetas el kilo vivo.

Avanzado a su tiempo

Su idea fue avanzada a su tiempo y supuso un cambio de orientación productiva. Para introducir la agroindustria, instaló una industria de manteca y otra de quesos. Y elaboró un proyecto de mejora del ganado vacuno basado en los cruces continuos pues no era posible la selección al no existir ganado de raza pura. Para ello compró dos toros de raza Schwyz, o parda alpina, para cruzarlos con 14 vacas indígenas que se iban sustituyendo por las crías.

Más experimentos

Realizó muchos otros experimentos. Dividió las 14 hectáreas de la finca en dos, una para prados y otra para rotación de forrajes que alternaba la patata, la remolacha, el trigo, el nabo, el maíz, las coles y la avena, productos claves en su proyecto y con buena adaptación al terreno. Y acabó con la plaga de la patata que, a través del hongo Phytophotora, arrasaba entonces las plantaciones.

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Los emigrantes controlaban la fundación y el funcionamiento de la escuela

La Fundación Escola Agrícola Pedro Murias estuvo ligada a su fundador y a los emigrados que formaron la Junta de Patronos creada con su legado y testamento. Este órgano rector debían constituirlo cinco personas.

El presidente de la Fundación y de la Junta de Patronos sería el presidente del Centro Gallego de La Habana, Ángel Barros Freire. El secretario, el presidente de Naturales de Galicia, Ángel Velo. El tesorero, el presidente de la sociedad Circulo Habanero de A Devesa, Ramón Prieto Murias. Y los vocales, dos particulares: Estanislao Cartañá _testamentero de Murias_ y José López Pérez, amigo del filántropo y presidente del Centro Gallego de 1907 a 1909.

Para controlar el funcionamiento de la Escuela Agrícola se creó una Comisión Delegada de la Junta de Patronos en A Devesa con personas designadas por la Junta de La Habana.

La primera comisión se eligió en 1919 y la presidía el alcalde de Ribadeo, José Díaz Braña, que también era Apoderado: entre 1925 y 1927 desempeñó el cargo su sucesor en la alcaldía, José A. Acevedo Martínez, ex presidente del Círculo Habanero de A Devesa en Cuba y persona muy vinculada a Murias. En la Dictadura de Primo de Rivera, el Apoderado fue el general Pedro Verdugo.

La constituida en 1930 estuvo encabezada por F. Bolaño González y contaba con Antonio Dorrego Corbelle, J. R. Villamil Pérez, Pedro Álvarez Debén y J. Pérez Villamil. La de 1934, que actuó hasta los años 50, la presidía Ramón Maseda Villamil y la formaban A. Sánchez Milá, A. Fernández Ríos, A. García Fernández y X. Reimundo Iglesias. La mayoría de ellos eran emigrantes retornados de Cuba.

A Devesa acogió ya en 1924 el primer concurso de vacas lecheras de Galicia, y ganaron las reses de A Mariña

Además de la experimentación y la enseñanza, otras novedades de la Granja de A Devesa fueron las paradas de sementales, los concursos de ganado y las conferencias. En 1924 _Suárez Couto falleciera y era director Ramón Blanco_ se celebró en A Devesa el primer concurso de vacas lecheras de Galicia. Las vacas permanecieron sometidas a análisis diarios de producción y calidad lechera. La mayoría de las reses premiadas fueron de familias de A Mariña y cabe destacar que en la mayoría de ellas había un emigrante habanero retornado, lo que prueba _como dice Ana Cabana, estudiosa de la obra de Murias_ el grado de receptividad a las novedades de este colectivo.

El concurso fue un hito y está en la base del gran avance que en A Mariña tuvo la orientación y la producción lechera en los años veinte y en el período republicano. La divulgación de los avances de la Granja no se realizaba por medios de prensa sino a través de conferencias y con la colaboración de la Cátedra Ambulante de Divulgación Pecuaria de Galicia y de sociedades agrarias.

Así surgió uno de los logros más significativos de la Granja: crear la Federación de Sociedades Agrarias del Partido Judicial de Ribadeo, presidida por el abogado republicano y luego diputado, José Mª Díaz y Díaz Villamil.

En 1928, la Federación y las sociedades de Obe, A Devesa y Vilaframil organizaron una charla en la que Rof Codina explicó las ventajas de asociarse y de la venta directa de ganado a partir del ejemplo de la Federación que existía en Ortigueira. Acudieron sociedades de Trabada, Vilaodrid, Vilameá, Riotorto, A Pastoriza, Mondoñedo, Barreiros, Castropol, Vegadeo y Tapia. Ahí empezó una nueva etapa y un nuevo modo de comercializar enviando reses por tren desde Lugo o Rábade.