Recrea el mito y la leyenda del mariscal, no la historia

La Voz

A MARIÑA

19 oct 2016 . Actualizado a las 10:29 h.

Pardo de Cela se convirtió en leyenda desde el momento de su muerte. Unos lo vieron como un luchador por las libertades de Galicia frente al centralismo de los Reyes Católicos. Y otros destacaron su crueldad y villanía.

Hoy, los estudios medievalistas demuestran que fue un señor feudal del convulso siglo XV que luchó por sus intereses; que era partidario de la reina Isabel la Católica; y que tuvo problemas con algún canónigo de Mondoñedo más que con el clero y la Iglesia en sí, pues él mismo era comendero de esta curia.

El retrato de Manuel Angel no pinta ni al personaje real ni a la figura histórica. Recrea, por el contrario, el carácter legendario y mítico con el que lo trató la historiografia del siglo XIX, y la lectura épica y romántica que de él hicieron los emigrantes.

El cuadro evoca a un Pardo de Cela consciente de que llega su final y acepta su destino ?con tristeza pero sin temor?. El pintor traslada al óleo la tensión del momento con el ?sentimiento trágico de la vida? con el que los pintores de la historia buscan conmover y emocionar al espectador. Y recurre a los tópicos románticos de la lucha por la libertad, el que paga con su vida la defensa de un ideal, etc. etc.

Por eso, periódicos como El Porvenir, de Madrid, o El Eco de Galicia, de La Habana, decían que .

Y describían el cuadro así: .

martinfvizoso@gmail.com