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Lo que no dicen los datos y la «no pesca» por cuotas

La Voz

PESCA Y MARISQUEO

17 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Es complejo conocer y valorar con seguridad el efecto multiplicador real de la pesca; basta mirar ejemplos de nuestra pesca extractiva con impactos diferentes.

Por ejemplo, ¿tiene el mismo impacto la pesca industrial que la artesanal?, ¿el efecto multiplicador de una merluza capturada por flota de Gran Sol es el mismo que la de una lancha de bajura? ¿cómo evoluciona el precio medio de las especies capturadas por cada modalidad de pesca? ¿cuánto influye el tamaño en el precio de venta?

¿Y el modo de distribución? ¿genera lo mismo una merluza que va el mercado nacional que una que se vende al por menor en una pescadería de la zona? ¿y un bonito que va para la conserva renta lo mismo que uno que se vende al fresco? Y, en la misma especie, ¿da más un pescado entero que uno vendido al corte?

Impiden capturar lo que abunda

Más ejemplos de impactos diferentes: ¿Cuánto influye la época del año?, ¿acaso no son mejores los precios medios de los mariscos en navidades o Semana Santa, o cuando llegan más visitantes?

¿Tiene el mismo impacto en nuestra economía un año con gran cantidad de capturas de caballa, destinado mayoritariamente para la exportación, que otro con buenas capturas de bonito, percebe, pulpo o centolla?

Como una parte del nivel de las capturas la condiciona el sistema de TACs y volumen de cuotas de la UE, también sería importante analizar el efecto multiplicador que perdemos por la «no pesca», es decir, por la capacidad de pesca que no podemos aprovechar al estar limitados por la norma y que impide capturar especies abundantes en el mar.