Memorian de mariñáns: Tres mariñanos desaparecieron en la dictadura argentina entre 1976-83

MARTÍN FERNÁNDEZ VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Graciela Daleo, de Cervo; Eduardo Delfino, de San Ciprián y Casariego de Bel, de Ribadeo, entre los afectados

14 mar 2016 . Actualizado a las 14:27 h.

Entre los 30.000 desaparecidos, entre 1976 y 1983, en la guerra sucia de la dictadura argentina, 500 eran españoles. Y de ellos, tres de A Mariña: Graciela Daleo, nieta de Julio Crego, de Cervo; Eduardo Martínez Delfino, hijo del emigrante de San Cibrao, Manuel Martínez Villarmea; y Juan Carlos Casariego de Bel, nacido en Ribadeo en 1922.

Los gobiernos militares de Videla, Viola, Galtieri o Massera impulsaron el secuestro, la tortura y el asesinato, de modo secreto y sistematizado, de personas por motivos políticos y religiosos. Buscaban con ello impunidad, infundir terror, dividir y enfrentar a la sociedad y realizar sus planes sin testigos ni oposición. Las detenciones y desapariciones eran ejecutadas por militares, policías y algunos agentes sociales.

En el caso de Casariego de Bel, el motivo de su desaparición radicó en que el ribadense _desde su cargo de Director de Inversiones Extranjeras del Ministerio de Economía que dirigió Martínez de Hoz entre 1976 y 1981_ se negó a firmar la nacionalización de la compañía privada de electricidad Italo-Argentina por 400 millones de dólares. La empresa proporcionaba electricidad a Buenos Aires y en 1977 se encontraba en quiebra y sin valor cuando pertenecía, entre otros, al propio ministro De Hoz.

Casariego había nacido en Ribadeo en 1922. Era hijo de Antonio Casariego, oriundo de Tapia, y de María de Bel, natural de Agudelo, en Barro (Pontevedra). Llegó a la Argentina, adonde había marchado su padre ya fallecido, con 7 años en compañía de su madre y sus tres hermanos mayores. Éstos trabajaron pronto y financiaron al menor, Juan Carlos, la carrera de Derecho.

El joven abogado se casó dos veces. Del primer matrimonio tuvo tres hijos y del segundo, con Ana de Gainza, tuvo una hija, Maria Casariego de Gainza, que hoy mantiene viva la memoria de su padre y lucha por conocer las circunstancias de su muerte.

Casariego fue secuestrado el 15 de junio de 1977. Ese día llamó a su familia para decir que llegaría tarde pues debía ir a casa de su jefe, el secretario de Programación y Coordinación Económica, Guillermo Walter Klein, a llevar unos documentos. La última persona que lo vio con vida fue el chófer que lo dejó en el domicilio de ese alto cargo, secretario de Martínez de Hoz. En 2012, treinta y cinco años después, la justicia declaró culpable de su desaparición y lo condenó a 23 años de cárcel a Héctor Pedro Vergez, de 69 años, un capitán del ejército que fue el primer represor de la dictadura argentina condenado como coautor de delitos de lesa humanidad imprescriptibles, como son el secuestro, la tortura y la desaparición. Vergez había sido responsable del campo de exterminio La Perla, donde 2.000 prisioneros estuvieron recluidos antes de morir. Casariego fue uno de ellos. Tenía 54 años. Nunca apareció su cuerpo y nunca más se volvió a saber de él. Los militares lo borraron de la faz de la tierra. Pero no lograron hacer desaparecer su memoria.

memoria de mariñáns por martín fernández

La nieta de Julio Crego, Graciela Daleo, es profesora en la Universidad de Buenos Aires

Mientras que Casariego y Eduardo Martínez nunca aparecieron, Graciela Daleo sobrevivió afortunadamente a la dictadura y hoy es la responsable de la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Buenos Aires, cargo para el que la nombró el gobierno de Kirchner.

Graciela Daleo era nieta de Julio Crego, emigrante de Cervo que marchó a Argentina a principios de siglo huyendo del servicio militar. Algún descendiente aún vive hoy en Buenos Aires.

Este cronista no pudo obtener más datos familiares que la propia declaración de Graciela Daleo a pesar de ser Crego un apellido poco común y propio de dos conocidas familias de la zona de Cervo.

Graciela era entonces militante montonera. Fue secuestrada en octubre de 1977 en la estación de Acoyte del metro de Buenos Aires y recluida en la tétrica Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) entre 1977 y 1979. Al lograr finalmente ser puesta en libertad Graciela Daleo se exilió en Italia y España.

Había sido procesada por participar en acciones terroristas y en el secuestro de los hermanos Born y del ingeniero Metz, altos cargos de Mercedes Benz Argentina. El 6 de julio de 1986, el entonces Jefe del Estado Mayor de la Armada, el vicealmirante Ramón Arosa, declaró que sus manifestaciones posibilitaran desarticular la estructura de la organización montonera y hallar depósitos logísticos de la banda.

La hoy profesora argentina fue una de los testigos de cargo contra los militares argentinos en la causa abierta contra ellos por el juez Baltasar Garzón en la Audiencia Nacional. La única que logró sobrevivir entre los mariñanos desaparecidos en la cruel dictadura argentina.

(Fdo. Martín Fernández. Correo electrónico: martinfvizoso@gmail.com)

¿Qué pasó con el emigrante de San Cibrao?

A Eduardo Martínez Delfino los militares lo secuestraron e hicieron desaparecer porque pertenecía a las juventudes peronistas y realizaba trabajos sociales en barrios pobres de la ciudad. Tenia 28 años y era delegado de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Sus abuelos eran de San Cibrao: Antonio Martínez Paleo, nacido en 1880 y Eduarda Villarmea Cao, en 1882. Se casaron en 1907 y tuvieron tres hijos: Manuel (padre de Eduardo) nació en 1908, José al año siguiente y Antonio en 1911.

En 1920, toda la familia emigró a Buenos Aires en vista de las dificultades por las que atravesaban en Galicia. En la capital porteña, el padre del joven desaparecido se casó en 1947 con Inés Clara Delfino, hija de un emigrante italiano, con la que tuvo dos hijos: el propio Eduardo, que vino al mundo en 1948, y Fernando Daniel, al año siguiente.

En la emigración toda la familia trabajó unida en negocios de hostelería. Compraron el café La Alhambra _en la Avenida de Mayo, la avenida de los gallegos, al lado de la Casa Rosada_ a la sociedad La Cosechera.

En 1950 Manuel, el mayor, transfiere en nombre de la sociedad la pizzería Puyrredón II, en la avenida Rivadavia 6361, a Jesús Coballes, Victoriano Peruyero y a Pelayo Fernández. Y en 1951, el mismo Manuel efectúa dos transferencias más: a Raúl Juan José Roggero un negocio de bar lácteo en la calle Boedo 1125; y a Pedro Cribertí, Antonio Menghini y Amade Maizzoni otro bar lácteo en la avenida de Santa Fe 4116.

Los movimientos comerciales recogidos en el Registro demuestran que la familia emigrante de San Cibrao tenía un status social medio-alto en el país.

Eduardo Martínez Delfino fue detenido por fuerzas de la Marina en 1976, al inicio del golpe militar, y trasladado al centro La Cueva donde fue torturado antes de desaparecer. Su hermano Daniel M. Delfino declaró en 2007: