Ilusión por encima de la lógica, el tiempo y 500 kilómetros

Iván Díaz Rolle
IVÁN D. ROLLE VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Miembros de la peña Viveiro Celeste en los aledaños de Balaídos.
Miembros de la peña Viveiro Celeste en los aledaños de Balaídos. f. < / span>lópez< / span>

Las peñas celtista de Burela y Celeste de Viveiro estuvieron representadas en el Celta-Sevilla

13 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Isto non é un final, senón o comezo de algo moi grande». Son unas palabras difíciles de entender en alguien que acaba de hacer más de 500 kilómetros -entre ida y vuelta- para agarrar, seguramente, un buen resfriado y ver cómo su equipo, el Celta, quedaba eliminado de la Copa del Rey a solo un paso de la final. Sin embargo, esa era la sensación unánime entre los muchos aficionados de A Mariña que se desplazaron hasta Vigo para ver el Celta-Sevilla de anteayer.

Con un tiempo más que desapacible, un largo recorrido y un esclarecedor 4-0 en favor del Sevilla en la ida, la lógica no invitaba a que fuesen muchos los aficionados de la comarca que se atreviesen a ver la vuelta de las semifinales de Copa del Rey en el estadio de Balaídos. Aún así, fueron un buen puñado y muy ruidosos los celtistas, la mayoría de las peñas Celeste de Viveiro y de la de Burela, que acompañaron a su equipo.

Varias decenas de hinchas mariñanos participaron en el caluroso recibimiento a la plantilla celeste una hora y media antes del encuentro. «A un poñíanselle os pelos de punta», confesaba alguno. Y luego entraron al estadio olívico, donde en ningún momento dejaron de alentar a su equipo. Vieron cercana la gesta tras los dos goles de Iago Aspas, pero sus sueños se fueron esfumando poco a poco con el primer gol del Sevilla y el penalti malgastado por el Celta.

Y aún así, siguieron animando. Incluso cuando el conjunto andaluz puso el 2-2 definitivo en el marcador. «Xa con todo perdido, cantamos a Rianxeira e ovacionamos aos xogadores. Creo que iso xa demostra a comuñón. Nós crimos porque os xogadores creron e os futbolistas creron porque nós críamos», comentan.

Es por eso que la sensación común les invita a hablar de un «inicio», un punto de partida desde el que volver a intentar disfrutar con el fútbol cómo lo hicieron durante estos días y, especialmente, anteayer.