Anteanoche, con la pleamar de las cinco de la madrugada, el mar de fondo volvió a azotar A Mariña y el Occidente de Asturias. Sumados a los embates de anteayer a las cinco de la tarde, causaron desperfectos en paseos marítimos como A Marosa (Burela) y en puertos como el dique norte de Celeiro o el de San Cibrao.
El mar saltó por encimas de diques, de paseos marítimos y de accesos a playas, con olas de hasta nueve metros de altura. Un ejemplo de su fuerza se percibe en el dique de abrigo de Luarca, en el Occidente asturiano. En el muelle norte de Celeiro arrastró cuarzo y obligó a retirar maquinaria que utilizan para cargar ese mineral en mercantes. En Celeiro como en otros puertos, la flota tuvo que reforzar amarras, e incluso hubo barcos que se soltaron.
La flota pesquera de A Mariña tampoco pudo faenar ayer. Hoy tampoco cuenta con hacerlo.
Ayer, los observatorios de MeteoGalicia midieron vientos de 101 kilómetros por hora en Burela, de 91 en Ribadeo y de 65 en Viveiro y Lourenzá. Se acumularon 26 litros de lluvia por metro cuadrado en Viveiro, de 18 en Mondoñedo, de 16 en Burelay de 6 en Ribadeo.