Un xovense reclama 181.680 euros a Justicia tras ir a prisión siendo inocente

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

El grueso de la indemnización que pide tras ser condenado por violar a su hija, aunque luego lo absolvió el Supremo, es de los 1.264 días que pasó en la cárcel

28 ene 2016 . Actualizado a las 08:27 h.

El vecino de Xove José Manuel Maseda, que pasó tres años y medio en prisión tras ser condenado por violar a una de sus hijas, delito del que fue absuelto posteriormente por el Tribunal Supremo, que lo declaró inocente y ordenó su inmediata puesta en libertad en septiembre pasado, reclama al Ministerio de Justicia 181.680 euros de indemnización.

El grueso de la cantidad, 151.680 euros, corresponde a los 1.264 días que pasó injustamente en prisión y habida cuenta que la jurisprudencia está manejando indemnizaciones de 120 euros diarios por el tiempo en prisión. El resto sería por los daños morales que le acarreó la condena. Así, reclama diez mil por los perjuicios que le supuso el serle retirada la patria potestad sobre su hija pequeña. Otros diez mil por el daño que sufrió a nivel social y los diez mil restantes por perder su empleo.

La demanda de responsabilidad patrimonial la presentó su abogado, Jaime Pernas, a finales del mes pasado en el registro de la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia. Ahora tiene seis meses de plazo para contestar y, si no lo hiciera, el caso se derivaría a la Audiencia Nacional.

Este es uno de los frentes que tiene abiertos el representante legal de Maseda para intentar recomponer plenamente los derechos y la situación personal y familiar de su cliente. Hasta el momento, aparte de conseguir que fuera absuelto, ha logrado que le concedieran la prestación de desempleo.

El afectado ha pasado un auténtico calvario desde que su hija mayor, que en 2012 tenía 14 años, lo denunciara por violación. El padre negó siempre las acusaciones, achacándolas a una venganza de la menor debido a que era estricto con las notas y horarios. El día que denunciara a su padre había suspendido siete asignaturas y su progenitor le había advertido de que si suspendía se quedaría sin móvil. El psicólogo del Sergas no había detectado tampoco secuelas..