Animales iguales, pero unos más que otros

ALBERTO GARCÍA, EMPRESARIO OPINIÓN

A MARIÑA

07 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La frase que da título a este artículo forma parte del libro Rebelión en la granja, y hay mucha gente que no la conoce, pero si cambiamos la primera parte y ponemos «Hacienda somos todos», la frase es más popular que bollos preñaos.

Hoy, en Viveiro, pensando en el año que acabamos de cerrar, me he puesto a analizar la que se nos viene encima a los pequeños empresarios y/o tenderos, como yo.

Para empezar está el 20 de enero, ese terrible día en el que nos toca liquidar IVA con nuestro «amigo» Montoro que, pese a estar en funciones, el tío no se olvida de exprimirnos un poco más, pese a que ya no nos queda sustancia. Para cuando ya hayamos asumido la terrible sensación de vacío, nunca mejor dicho, que nos deja ese día, se nos vendrá encima la liquidación de retenciones, sociedades, ?. Un sinfín de paquetes recaudatorios que nos harán plantearnos para qué demonios trabajamos tanto.

A los de Viveiro y a los del resto de A Mariña, como a los de toda España, alguien nos dirá, «las empresas son las que más tienen que pagar», «sois empresarios, os estáis forrando», y chorradas similares. Yo no digo que algunos de los grandes no tengan que pagar mucho más, pero los pequeños ya pagamos mucho. La seguridad social nos cuesta un riñón, alquileres, luz, teléfono, ?. y todo ello con márgenes cada vez más reducidos.

Por si fuera poco, no vemos que lo que aportamos se redistribuya razonablemente. ¿Dónde está nuestra ansiada carretera de la costa o la circunvalación de Viveiro?, ¿no es suficiente lo que hemos pagado en los últimos 20 años?, ¿Dónde está nuestra sanidad de primer nivel? Porque digo yo que ya podíamos haber comprado un equipo de resonancia y no tener que hacerlas en un camión que viene de vez en cuando. ¿Donde está todo lo que llevamos años pagando?, no puede ser que se haya gastado todo en nuevos maletines con ipad e iphone para los congresistas, viajes, dietas, traductores para que podamos entender lo que dicen los vecinos de la comunidad de al lado? En fin, una parte se gasta en estupideces, otra en salvar a quien nos jorobó y otra se la llevan a cara descubierta y se le llama indemnización en diferido. Toma moreno.

La A-8, un caso aislado

Este es nuestro país. Te animan a invertir y crear empresas y empleo, básicamente es para que tus impuestos garanticen el alimento a la curia soberana, y tus cuotas de la seguridad social puedan pagar la nómina del cirujano que tarda seis meses en operarte, porque por las tardes opera en la privada y tú si quieres esa tienes que pagar más. Es necesario mantener la cadena, porque cuando ya han desangrado a uno, necesitan otro para reponer.

Lo curioso del tema es que si a alguien se le ocurre no pedir la factura del fontanero para ahorrarse unas pesetas de iva, esos que nos gobiernan te demonizan con anuncios en la televisión, intentando hacer creer a tus vecinos que el hecho de que no tengan una puñetera carretera en condiciones, se debe a que Paco El Churrero no pagó el iva de las servilletas, y no a que a un imbécil le hayan permitido construir un aeropuerto en el que no hay aviones o cambiar el trazado de una autovía, la A-8 en A Mariña, llevándola por un sitio imposible de transitar por culpa de la niebla. ¡Ah! Claro, se me olvidaba, son casos aislados, lo del churrero es lo habitual y a mayor escala. Hay que tenerlos grandes.

Recemos. «Montoro de dios que quitas el pecado del fraude, ten piedad de nosotros».